A pesar de que el gobierno ordenó la macro, no alcanza por ahora para atraer inversiones

Las señales promercado que da el gobierno por ahora no alcanzan, y los grandes capitales aún no llegan con la fuerza esperada.

A 19 meses de la asunción de Javier Milei, siempre parece haber una razón para demorar el desembarco de inversiones de gran porte a la Argentina. A pesar de que el gobierno suma señales promercado, como haber puesto las cuentas públicas en orden casi desde el primer día de gestión, y prometer que mantendrá las “políticas ortodoxas”, los grandes jugadores del mundo financiero siguen postergando el desembarco en la Argentina.

En junio último, la inversión extranjera directa (IED) mostró un déficit récord de 1.700 millones de dólares, el peor de la última década. Este resultado negativo indica que hubo una salida neta de capitales en lugar de una entrada, lo que refleja un deterioro en el clima inversor del país. Se atribuye este déficit a la salida de capitales por parte de empresas extranjeras, facilitada por la flexibilización del cepo cambiario.

Este comportamiento se produce en un contexto de alta volatilidad macroeconómica, con caída del consumo interno, freno a la obra pública y un conficto legislativo en ascenso.

El Congreso asestó esta semana un golpe duro al gobieron al votar una suba de jubilaciones y pensiones, y beneficios en el régimen de discapacidad que prácticamente echarán por tierra con el excedente fiscal.

Según cálculos del Ministerio de Economía, esa mayor gasto extra representa casi 2 puntos del Producto Bruto.

El gobierno buscará dilatar todo lo posible la puesta en práctica de lo votado por el Parlamento, aplicando un veto.

En este escenario, economistas advierten que este déficit en la inversión evidencia la “falta de confianza de los inversores extranjeros en el mercado argentino”.

“Antes eran las dudas que generaba la llegada de un outsider de la política a la Casa Rosada, pero ahora parece surgen nuevas dudas porque no está claro que La Libertad Avanza pueda lograr un triunfo contundente en las legislativas de octubre próximo”, explicó a Noticias Argentinas un analista muy consultado por las empresas.

Para el politóllogo Roberto Starke, “en el entorno empresarial comienza a instalarse la sensación de que el Gobierno está entrampado en una inercia que intenta estirar hasta octubre, a la espera de un resultado electoral que cambie el clima político”.

El presidente Javier Milei repite que ese mes será “clave” y sugiere que habrá una victoria decisiva. Para ello, busca polarizar con el kirchnerismo y consolidar el sello de La Libertad Avanza (LLA).

“Vos podrás gritar como energúmeno, putear en arameo y amenazar con meter presos a todos, pero hermano, los dólares se van y las inversiones no llegan”, le dijo la expresidenta Cristina Kirchner a Milei desde su prisión domiciliaria.

Así, cada vez hay más señales de que la economía jugará un rol clave -otra vez- en los próximos comicios, donde los libertarios esperan dar un salto fuerte en cantidad de bancas. PRIVATIZACIONES EN CÁMARA LENTA.

A esto se suma que el gobierno no pudo por ahora avanzar rápido con las privatizaciones.

De todas maneras, hay alerta en la oposición, porque están convencidos de que el Poder Ejecutivo definirá en forma decidida la venta de al menos tres compañías claves, que empezaron a dar superávit y son apetecidas por importantes grupos empresariales. Forman parte de las ocho empresas públicas cuya privatización fue aprobada en la Ley Bases. En la lista de las primeras a privatizar está Corredores Viales, que tuvo un superávit mayor a los $ 5.000 millones en el primer semestre. A esa compañía se suma Intercargo, la empresa que brinda servicios aeroportuarios. Obtuvo una ganancia de casi $6.000 millones entre enero y junio últimos.

Y la tercera es Nucleoeléctrica, a cargo de las centrales Atucha I, II y Embalse. Su ganancia superó los $17.000 millones.

El economista Orlando Ferreres dijo a NA que si bien hay algunas señales de estancamiento en algunos sectores, el Producto Bruto podría crecer 4,7% este año y un 3,5% en 2026. Sin embargo, advirtió que el consumo sigue siendo dispar, con caídas marcadas en el interior del país.

“La actividad económica general bajó 0,2% en mayo, según nuestros índices. Si bien la industria mostró números positivos, agricultura, minería, construcción y energía registraron retrocesos”, explicó.

Y confirmó un dato que genera inquietud en el propio presidente Mieli: “El consumo está creciendo de forma desigual: algunos sectores, como el automotriz, repuntan, pero las pymes del interior están muy golpeadas”.

Y sobre poder adquisitivo, dijo que si bien el salario real mejoró en algunos sectores, para la mayoría “sigue por detrás de la inflación”. Ante ese escenario, Ferreres dijo que “desempeñarán un rol clave, para mejorar el consumo, la suba de los ingresos de jubilados y asalariados del sector privado formal e informal”.

CÓMO VEN A LA ARGENTINA LOS GRANDES JUGADORES EL MERCADO.

PriceWaterhouseCoopers (PWC), una de las principales firmas de consultoría, asesoramiento fiscal y legal, y servicios de transacciones, dijo que el gobierno de Milei, de “clara orientación promercado, batalla para guiar las inversiones extranjeras a su país".

Entre las prioridades mencionadas se encuentran la promoción de la inversión privada y el funcionamiento de mercados libres. Las medidas adoptadas apuntan a “estabilizar las condiciones macroeconómicas, aplicar un ajuste fiscal riguroso, reducir la intervención estatal y desregular distintos sectores”. También se mencionó el inicio de regímenes de incentivos a la inversión, la privatización de activos y empresas públicas, y el desmantelamiento paulatino del cepo cambiario.

El informe destacó que el clima de negocios se mantiene “muy optimista”. Como evidencia, se menciona que el riesgo país se redujo a cerca de 700 puntos, desde niveles próximos a 2.000 puntos al cierre de 2023. Las proyecciones indican que la economía argentina podría crecer más de 5% en 2025, lo que ubicaría al país entre los de mayor crecimiento en la región y el mundo.

No obstante, PwC señaló que la herencia macroeconómica recibida exige cautela. Entre los desafíos pendientes, figuran la consolidación de la estabilización económica, el avance en la desregulación y la eliminación definitiva de los controles cambiarios. “Esto explica que parte del capital inversor continúe a la espera de una mayor consolidación antes de comprometerse con proyectos de largo plazo”, dijo.

En cuanto a oportunidades sectoriales, PwC identifica áreas clave como minería, petróleo y gas, tecnología y agroindustria, que seguirán actuando como motores para las fusiones, adquisiciones e inversiones.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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