La Iglesia expresó preocupación por el aumento de la pobreza

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La Iglesia expresó preocupación por el aumento de la pobreza

Los obispos concluyeron ayer su plenario episcopal sin un pronunciamiento sobre la realidad social del país, aunque dejaron trascender su preocupación por el aumento de la pobreza, la desocupación creciente, el avance del narcotráfico y los desencuentros entre los argentinos.
Un centenar de obispos participó desde el lunes de la 112 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina que presidió monseñor José María Arancedo en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar, donde se abordaron temas de actualidad e internos de la Iglesia.
“No es necesario abundar en declaraciones. Es un momento difícil y requiere de la responsabilidad de todos, para trabajar por el bien común y las necesidades de los sectores más vulnerables”, dijo un vocero episcopal.
“Los obispos reiteraron durante el plenario que les preocupa el aumento el aumento de la pobreza, la desocupación creciente, el avance del narcotráfico y la historia de desencuentros entre los argentinos”, agregó.
El vocero episcopal aseguró que los prelados expresaron su deseo de que los argentinos tengan “una Navidad en paz y sin conflictos”, mientras el Gobierno busca instancias de diálogo con organizaciones sindicales y sociales para pasar un fin de año “tranquilo”.
Al término de las deliberaciones, Arancedo, renovó el pedido a la dirigencia política, social, gremial y empresarial del país para que “dejen de lado intereses particulares” y sean “responsables del bien común de la patria” en un “momento difícil”.
“Son tiempos difíciles para el país pero tenemos la esperanza de construir una Argentina nueva, asumiendo los problemas que tenemos y con muchas posibilidades para el futuro, siempre pensando en quienes menos tienen y más sufren”, aseveró el arzobispo de Santa Fe.
En ese marco, planteó el “desafío” que tiene hoy toda la dirigencia del país “el Gobierno, los empresarios, los sindicatos” para tener “grandeza, apertura y generosidad, dejando de lado los intereses propios” y pasar a “ser responsables del bien común de la patria”.De esta manera, el titular del Episcopado renovó el apoyo que la Iglesia brindó semanas atrás a la mesa de la Producción y el Trabajo que convocó el gobierno -y que tendrá su segunda reunión el próximo lunes 21- así como el acompañamiento que desde la Pastoral Social se viene llevando adelante a la mesa de diálogo convocada por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, con los movimientos sociales.
Con vistas a las fiestas de fin de año, Arancedo llamó a “vivir una Navidad en paz”, ya que esa festividad cristiana es “por excelencia la fiesta del nacimiento de Jesús, el príncipe de la paz” y expresó su deseo de que los argentinos “seamos capaces de transmitirnos unos a otros ese mensaje de paz”.
“Todo lo que sea diálogo es alentador. Pero que no queden solo en negociaciones sino que haya propuestas concretas. No solo promesas sino gestos con los que menos tienen”, planteó el titular del Episcopado.
Como otro tema pendiente, Arancedo mencionó “tal como lo hizo en la misa de apertura del plenario el lunes” la necesidad de “reconciliación” de los argentinos y, en ese sentido, dijo que “la Iglesia hizo su propio aporte con el anuncio de la desclasificación de los archivos relacionados con la última dictadura militar, que se guardan en el Vaticano, la Nunciatura Apostólica y la sede del Episcopado”.
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