8 de septiembre: Día Internacional de la Alfabetización

ENFOQUE Por Gustavo Lores (*)

Desde 1967 se celebra cada año el Día Internacional de la Alfabetización para recordar su importancia como factor de dignidad y de derechos humanos, así como para avanzar en la agenda pública hacia una sociedad más instruida y sostenible. A pesar de los logros alcanzados los desafíos persisten. 773 millones de adultos en el Mundo no poseen las competencias básicas en lectoescritura. A raíz de la pandemia, casi 24 millones de estudiantes no regresarán a la educación formal. 

Este año se adoptó el lema "Transformar los espacios de aprendizaje de la alfabetización" y se propone repensar la importancia fundamental de desarrollar y garantizar una educación de calidad, equitativa e inclusiva. A nivel mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) organiza un evento internacional los días 8 y 9 de septiembre de 2022. 

Con relación al concepto tradicional de "alfabetización" -limitado a saber leer y escribir- en Argentina los registros estadísticos datan del primer censo nacional de 1869. Una población de 1.830.214 habitantes con un 77% de analfabetos. 

Un resultado que preocupó al Presidente Sarmiento fue que de 413.465 chicos en edad escolar, menos del 20% -82.671- recibían enseñanza primaria.

Para revertir el panorama, la educación primaria obligatoria, pública y gratuita fue una de las principales políticas de estado que impulsó el mandatario. 

La tasa de analfabetismo tradicional o absoluto disminuyó desde entonces de manera continua. En 1895 fue del 53,3%; en 1914 del 35,9% y en 1947 se registró un valor de 13,6%. 

El censo nacional de 1960 estableció que el promedio de analfabetismo para la población mayor de 7 años fue del 8.5%. La mejor situación relativa le correspondió a la Ciudad de Buenos Aires con el 3.2% de analfabetos. Por debajo del promedio se ubicaron las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En un segundo escalón Mendoza, San Juan, San Luis, La Pampa, La Rioja y Catamarca.

 La peor situación relativa se registró en Jujuy, cuyo analfabetismo trepó al 24.2%. Posteriormente la tasa de analfabetismo a nivel nacional fue del 3,7% en 1991 y del 2,61% en 2001.

En 2010, últimos datos consolidados disponibles en la página web del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), se registró una población de 40.117.096 habitantes y una cifra casi perfecta de alfabetización, con menos del 2% de analfabetos y con un equilibrio de género notable: 1,9 % de analfabetas y 2,02% de analfabetos. El distrito con menor tasa de analfabetismofue nuevamente la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el 0,48%.La provincia de Jujuy, con el 3,13%, estaba en 2010 en la posición 19º. Si se considera sólo la tasa de analfabetismo en las mujeres, Jujuy con el 4,37%, figuró en el puesto 21º.

Al cumplirse un siglo y medio desde que Sarmiento impulsó la masividad de la escolarización para resolver el problema del alfabetismo absoluto, es razonable esperar un paso hacia un nivel más alto de calidad en los aprendizajes de la población. Actualmente se establece el concepto de "analfabetismo funcional" que incluye a las personas que aun sabiendo leer y escribir no dominan la técnica de lectoescritura. El analfabetismo funcional, de acuerdo con la definición de la UNESCO, determina además la incapacidad para desarrollar conocimientos básicos de matemática y aritmética.

Para analizar este último tipo de analfabetismo se implementan diferentes mecanismos de evaluación muestral, que van más allá de la pregunta por el "nivel de estudios alcanzado" o si "sabe leer y escribir".

 Por ejemplo, el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) se lleva adelante cada tres años desde 2000. Es administrado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). 

El informe argentino de las pruebas PISA publicado en 2013 refleja los resultados obtenidos en 2012: el 53,6% de los estudiantes tienen niveles de comprensión lectora bajos.

 La Argentina ocupó el puesto 61 sobre un total de 65 países participantes. Más de la mitad de los estudiantes argentinos, a los 15 años, sólo pueden resolver ejercicios básicos, como los que piden ubicar información directa y realizar inferencias sencillas. 

Los datos mostraron que a los 8 - 9 años, 12 - 13 años, 15 años o 17 - 18 años los alumnos tienen dificultades serias para comprender globalmente un texto. La mitad no puede resumirlo ni inferir información. Entre un cuarto y un tercio apenas puede extraer un mensaje explícito solo si es reiterado en más de una oportunidad en el texto. 

Queda claro que la extensión de la obligatoriedad escolar, la disponibilidad de edificios y de docentes fue suficiente hasta ahora para erradicar el analfabetismo absoluto en la Argentina. No obstante, brindar la calidad educativa acorde a la época actual para que los individuos tengan expectativas de desarrollarse en la sociedad requiere de decisiones claras y diferentes a las imperantes desde hace varias décadas en materia de política educativa para comenzar a recorrer el camino que lleve a lograr que la enorme mayoría de la población esté alfabetizada "funcionalmente". 

 Las Naciones Unidas proponen enriquecer y transformar los espacios de aprendizaje existentes a través de un enfoque integrado.

En el Día Internacional de la Alfabetización resulta razonable bregar por una educación mejor, con significado social, para el beneficio común, asumiendo cada uno desde el lugar que ocupa en la comunidad y en el Estado la responsabilidad que le compete.

(*) ExDecano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy

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