El aprtido amarillo mira a LLA como una amenaza real al predominio en su principal bastión. Lo que se viene.
El gobierno de Jorge Macri apuesta a mostrar gestión y “volver a las fuentes” con las políticas de cercanía para contener la ola violeta en la ciudad de Buenos Aires tras el aplastante triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones porteñas del 18 de mayo.
Esos comicios, lejanos ya en el tiempo pero presentes en los cálculos de los estrategas del PRO, supusieron un cisma para el partido amarillo que obligó a resetear la dinámica de gobierno después de los primeros dos años de administración de Jorge Macri.
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El tercer lugar obtenido por el macrismo en aquella elección, en la que la diputada Silvia Lospennato fue cabeza de la lista de legisladores porteños, dejó al partido por primera vez en 18 años ante la posibilidad concreta de perder la Ciudad en las elecciones de 2027, un escenario que quedó ratificado el domingo último tras la aplastante victoria de la neo libertaria Patricia Bullrich en las elecciones legislativas.
En el PRO no creen que Bullrich apueste por la Jefatura de Gobierno en 2027 pero sí advierten la irrupción de la ola violeta como una amenaza real al predominio del partido amarillo en su principal bastión después de cuatro mandatos consecutivos de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, de 2007 a 2015 y de 2015 a 2023, respectivamente.
Por eso en el gobierno de Jorge Macri apuestan a retomar la senda de la gestión con obras y puesta en valor de la vía pública, renovación del transporte y planes de seguridad, además de las políticas “de cercanía” de las que en los últimos años supo hacer gala Rodríguez Larreta.
Fuentes del PRO reconocieron ante la Agencia Noticias Argentinas que durante los primeros dos años de la actual administración Jorge Macri estuvo absorbido por la interna con su antecesor, primero, y por la dinámica de la agenda nacional, copada por el ritmo que impuso LLA, después, por lo que no hubo oportunidad de enfocarse en los distintos proyectos para la Ciudad.
“Ahora tenemos que volver a las fuentes”, indicó un funcionario del Gobierno porteño, que valoró que, ante la pulseada con los libertarios, el PRO tiene a su favor la gestión y la posibilidad de plasmar mejoras concretas para los porteños.
El optimismo en la cúpula del PRO radica en que tanto el partido amarillo como LLA comparten el electorado de centro derecha de la Ciudad, que puede variar entre una u otra opción pero nunca correrse de esa identificación, lo que deja afuera de las apetencias del porteño promedio al peronismo y otras expresiones de centro izquierda.
“Nosotros somos más de centro y ellos son de derecha; nosotros creemos en un Estado eficiente y moderno y ellos no creen en el Estado, lo cual es una contradicción en sí misma porque, si así fuera, deberían renunciar”, planteó ante esta agencia un dirigente del PRO al analizar las excentricidades de LLA.
En las elecciones de mayo, LLA se alzó con la victoria con el 30.7 por ciento de los votos, con el vocero Manuel Adorni a la cabeza; seguido por el frente del panperonismo, con un 27.8, y por el PRO en tercer lugar con el 16.2.
El domingo último, en tanto, Bullrich se alzó con una victoria aplastante con el 47,3 por ciento de los votos, como cabeza de la lista de senadores de la alianza entre el PRO y LLA, lejos del segundo lugar de Fuerza Patria, que cosechó el 26,9.
La disputa con LLA, entonces, se produce sobre la misma porción del electorado, calculan en el PRO, donde se cuidan de no dar ningún resultado por sentado pero apuestan a recuperar el terreno perdido en las elecciones de 2027.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS