El ex Jefe de Gabinete desafió al Asesor presidencial públicamente, y ahora se tuvo que ir.
Antes de su reciente renuncia a la Jefatura de Gabinete, Guillermo Francos protagonizó un momento de alta tensión política al aire, donde señaló la particularidad del rol de Santiago Caputo, el asesor presidencial ad honorem.
El punto central de su crítica, expresada en varias entrevistas radiales, se enfocó en la falta de responsabilidad institucional de quienes, a pesar de tener una gran influencia, no tienen un cargo formal con firma ejecutiva.
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LA FRASE QUE DESATÓ LA INTERNA El mensaje más contundente de Francos se dio cuando, ante una pregunta sobre el rol de los asesores, disparó: "Hay algunos que asesoran y no tienen responsabilidades. Me parece que dirigentes que están participando del Gobierno asuman responsabilidades, es bueno. Hay algunos que firmamos resoluciones, decretos o proyectos de ley, y hay otros que no tienen esa responsabilidad." Al ser consultado directamente si su planteo incluía a Santiago Caputo, Francos respondió sin dudar: "Obvio. El que maneja tiene que hacerse cargo." LA CAUSA DEL MALESTAR: LA FIRMA EJECUTIVA La crítica de Francos no era personal, sino institucional. Como Jefe de Gabinete, Francos era quien debía firmar y responder políticamente por las resoluciones del área. El malestar se generaba porque: * Poder sin Costo Político: Caputo, como principal estratega de comunicación y uno de los consejeros más influyentes de Milei, participaba de decisiones clave (especialmente en la comunicación y la negociación política), pero al ser un asesor ad honorem, no asumía la responsabilidad legal o política de esas resoluciones.
* Doble Comando: Estas declaraciones ocurrieron en un contexto de rumores constantes sobre un "doble comando" o una "segunda instancia de control político" ejercida por el asesor, lo que desdibujaba la autoridad formal de Francos como Jefe de Gabinete.
EL RESULTADO: UN TRIUNFO TÁCTICO Y UNA DERROTA ESTRATÉGICA En el corto plazo, el planteo de Francos pareció un triunfo táctico al obligar a la interna a debatirse públicamente y al recordarle al asesor su falta de firma.
Sin embargo, el reciente desenlace —la renuncia de Francos y el ascenso de Manuel Adorni, un hombre totalmente alineado con el círculo de Karina Milei y Santiago Caputo— muestra que, en el largo plazo, el poder real se inclinó hacia el sector de la estrategia y la comunicación.
El fin de esta fricción interna se sella ahora con un Jefe de Gabinete (Adorni) que, a diferencia de Francos, proviene de ese mismo círculo de total confianza y alineamiento comunicacional.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS