Santiago Doria es el director de El lindo don Diego, de Agustín Moreto, autor que pertenece al Siglo de Oro español, una comedia con música y muchos brillos que se ofrece en el Centro Cultural de la Cooperación en Buenos Aires.
El elenco está integrado por Gabriel Virtuoso, Andrés DAdamo, Mónica DAgostino, Ana Yovino, Pablo Di Felice, Irene Almus, Francisco Pesqueira y Gastón Ares e intenta repetir ambientes y el humor zumbón que caracterizó a La discreta enamorada, anterior y premiado trabajo del grupo.
Doria recordó que La discreta... representó a la Argentina en el Festival Internacional del Siglo de Oro Español de Almagro, España, en julio del año anterior, donde La discreta enamorada fue un éxito, y que por ella recibió como director la Berenjena de Plata.
Entonces el director del Festival, Ignacio García nos propuso que como este año se conmemora el 350 aniversario del fallecimiento de Moreto, nos sugirió El lindo don Diego para volver a ser invitados, expresó.
-¿Ese fue el principio de una nueva etapa?
-Nos pusimos a trabajar con el mismo elenco este proyecto y tal es así que tras el estreno en Buenos Aires volveremos a España en julio, ya convertidos en la Compañía Argentina de Teatro Clásico. Vamos a montar en Avilés y también en Olmedo La discreta enamorada y de allí pasamos al Festival de Almagro con El lindo... en el Corral de Comedias, que está puesto a nuevo y es donde se hacían las comedias en el año 1600. Es como el sueño del pibe.
-Por momentos la obra parece conectada a Molière, ¿es así?
-Moreto vive prácticamente en la misma época que Molière, en el siglo XVII; creo que se han influido uno con otro aunque no sé si se conocieron, pero lo que han de tener fundamentalmente en coincidencia es que Moreto desarrolla lo que se llama en España en el teatro del Siglo de Oro la comedia de Figurón, en donde toman un personaje al que satirizan.
Molière puede llegar a satirizar a otros personajes en su sociedad para reflejar en el público esta imagen y que el público reflexione sobre sus propios defectos. Este Narciso permite a Moreto hacer una comedia de enredos, donde el público se divierte