El ex titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) Oscar Parrilli regresó ayer al Congreso Nacional para aportar a la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia documentación probatoria de lo que aseguró es uno de los espionajes políticos que se han llevado adelante durante 2016 por parte del gobierno de Cambiemos.
Parrilli aseguró que las actuales autoridades de la AFI están haciendo inteligencia interna sobre dirigentes políticos. Las víctimas en este momento somos nosotros pero nada dice que no lo estén haciendo sobre otros dirigentes políticos, otros dirigentes sindicales, otros dirigentes empresarios.
A raíz de las escuchas telefónicas que lo comprometen, al término de la reunión reservada que mantuvo con la comisión que preside el senador Juan Carlos Marino (UCR-Cambiemos), el ex funcionario kirchnerista insistió en que durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, de quien fue mano derecha, no mandamos a apretar jueces ni fiscales.
En ese marco, Parrilli dijo ser una víctima del manejo irregular de intervenciones telefónicas ordenadas por las actuales autoridades de la AFI y marcó que la paradoja de esto es que hay algunos fiscales que me denuncian a mí y hasta me quieren meter preso, lo cual es como que al muerto lo acusen de haber matado. El que fui víctima de los delitos fui yo, destacó.
Además, subrayó que las conversaciones que investiga la justicia antes de que aparecieran en los medios no habían motivado ninguna denuncia de parte de los jueces que habían ordenado las intervenciones telefónicas porque, sostuvo, no se había encontrado absolutamente nada.
Estuvieron un año con esas conversaciones telefónicas, recordó en relación al tiempo en que las escuchas habían estado en poder los jueces María Servini de Cubría y Ariel Lijo, pero resaltó que los fiscales no hicieron ninguna denuncia, sólo salen a hacer denuncias cuando salen públicamente.
La diputada Teresa García (FpV-PJ), miembro de la bicameral, había indicado antes de la reunión que fue Parrilli quien pidió asistir a la comisión para hacer su descargo formal por la difusión ilegal de las escuchas que lo involucran junto a la ex Presidenta.
Yo vine a traerles (a los legisladores) documentación probatoria de que lo que yo considero que es uno de los espionajes políticos que se han llevado adelante durante 2016 por parte de la AFI, (Silvia) Madjalani y (Gustavo) Arribas de lo que, lógicamente, no puede ser ajeno el presidente de la Nación, contó a la prensa que esperó en la calle que saliera de la reunión.
Parrilli apuntó que la primera intervención telefónica, que duró 120 días, fue ordenada alrededor del 20 de febrero de 2016 por Servini de Cubría a raíz de un faltante de documentación en la Agencia y en forma sorpresiva dos días después de finalizada el juez Lijo dispuso otra por 90 días para investigar el encubrimiento del sospechoso de narcotráfico Ibar Pérez Corradi.
El ex funcionario afirmó que en las escuchas no se encontró nada y en el caso de la causa que había generado Servini de Cubría, la magistrada ordenó entonces la destrucción del material recolectado.
Parrilli precisó que la denuncia que radicó en el juzgado de Rodolfo Canicota Corral denuncia la comisión de ilícitos, que enumeró, consisten en la filtración de las comunicaciones, la no destrucción cuando hay a que un juez ha logrado destruir filtraciones de comunicaciones que no llegaron a ningún lado y, en tercer lugar, porque esto es todo parte de un espionaje político sobre mi persona y en definitiva contra la ex Presidente.