El juez federal Julián Ercolini deberá resolver un planteo mediante el cual se pidió la reapertura de la primera investigación por enriquecimiento ilícito contra el matrimonio de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, bajo la figura de cosa juzgada írrita.
El planteo fue hecho por el abogado Ricardo Monner Sans, de la Asociación Civil Anticorrupción, a raíz de una publicación que apareció el lunes en el diario Clarín, donde se aludía a una suma cercana al 1,7 millón de dólares declarado en 2002 por Néstor Kirchner ante la AFIP depositado en el exterior y que habría desaparecido sin dejar rastros.
Aunque Cristina lo negó, Néstor Kirchner tuvo una cuenta en el exterior con US$ 1.700.000.
Entiendo que corresponde que V.S. reabra el expediente porque el sobreseimiento allí logrado constituye lo que se conoce como sentencia írrita. Es un caso donde luce ausencia de investigación profunda que se advertirá apenas se tomen los recaudos pertinentes con motivo de lo dicho por (el periodista) Daniel Santoro. Porque a la luz de lo que se dice y se debe investigar, tal ausencia de profunda investigación ha gestado error manifiesto, derivando en un pronunciamiento nulo, dijo el abogado en el escrito.
El abogado pidió requerir a la AFIP que envíe la declaración jurada del Impuesto a las Ganancias que presentó el ex presidente el 22 de mayo de 2003, tres días antes de asumir la Presidencia de la Nación, y compararla con otras declaraciones juradas y rectificaciones en donde se consigna que a junio de 2003 los Kirchner manifestaron tener dineros extranjerizados.
El abogado recordó que en el juzgado de Ercolini se instruyó el expediente Nº 9318/2004, el primero de los tres expedientes que, durante el tiempo presidencial del matrimonio Kirchner, se tramitaron sin lograrse que la judicatura argentina profundizara investigaciones que hubieran llevado no precisamente a convalidar la honestidad de dicho matrimonio en punto al manejo del dinero público.
El segundo expediente se tramitó en el juzgado de Rodolfo Canicoba Corral, y el tercero quedó en manos del entonces juez Norberto Oyarbide, quien resolvió que estaba justificado el crecimiento de 158 por ciento del patrimonio de los Kirchner en 2008.
En todos los casos, las causas fueron cerradas y no habría posibilidades de abrirlas, salvo por la figura de cosa juzgada írrita, un proceso judicial cuyo objeto consiste en dejar sin efecto una sentencia firme cuando se verifican ciertas situaciones contrarias al principio preambular de afianzar la justicia.
La comprobación de la existencia de la cuenta de Néstor es importante porque la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó, la semana pasada, por Twitter que los Kirchner nunca tuvieron una cuenta en el exterior y se burló de las investigaciones que hace la Justicia en ese sentido. El único dinero K estaba en cuentas declaradas en Argentina, dijo entre otras frases.
Hasta ahora las causas judiciales, como la ruta del dinero K se centraron en los movimientos financieros de Lázaro Báez después de la muerte de Néstor Kirchner en octubre del 2010, pero ninguna fue más atrás sobre, por ejemplo, los vínculos con el financista Ernesto Clarens.
Ese dinero fue admitido ante la AFIP por Kirchner en su declaración jurada del impuesto a las Ganancias del 2002 que presentó en el 22 de mayo del 2003, es decir tres días antes de que asumiera la presidencia de la Nación. En el rubro R4-Bienes y Deudas y subrubro Total Bienes en el Exterior puso 1.815.274 pesos.
La declaración está firmada por su contador histórico Víctor Manzanares y se encuentra en la primera causa por enriquecimiento ilícito que tuvo el matrimonio Kirchner en el 2004. Ese mismo día declaró ante la AFIP por el impuesto a la Riqueza bajo el ítem bienes situados en el exterior tener 1.415.274 pero dos días después rectificó la declaración e incluyó el mismo número de Ganancias.
En una actitud por lo menos desprolija, el 9 de junio del 2003 Manzanares presentó una rectificatoria del impuesto a las Ganancias y otra de Bienes Personales y ascendió la cifra de bienes en el exterior a 4.769.475 pesos, lo que al dólar de la época equivale a aproximadamente 1.700.000 dólares. En esta última, fue más especificó y situó el dinero en el subrubro depósitos en dinero.
Luego, en su declaración jurada de Bienes Personales del 2003 presentada el 20 de abril del 2004 a la AFIP llamativamente declaró cero pesos en el rubro bienes en el exterior y puso que tenía bienes en la Argentina sujeto al pago de este impuesto sobre los bienes no incorporados al proceso productivo por solo 1.481.055 pesos. En cambio, Cristina no declaró nunca a la AFIP bienes en el exterior según se puede leer en sus declaraciones de bienes. Ella en el 2000 consignó tener plazos fijos con 1.570.000 dólares en los bancos Santa Cruz y Tierra del Fuego y como parte de los bienes conyugales, en su declaración jurada de bienes como legisladora nacional.
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