El presidente Mauricio Macri reiteró ayer su felicitación al mandatario electo de los Estados Unidos, el republicano Donald Trump, y manifestó tener la mejor predisposición para seguir trabajando en una relación constructiva, madura inteligente construida en estos meses, desde el inicio de su mandato, con la gestión del demócrata Barack Obama.
Felicitamos a los americanos y espero que sigamos trabajando en esta relación constructiva y madura que hemos iniciado con el presidente (Barack) Obama porque lo que queremos todos es que las comunidades se relacionen para el progreso de ambos países, sostuvo Macri.
Vamos con la mejor predisposición a sentarnos a dialogar con las autoridades norteamericanas electas afirmó y agregó que esperamos que los programas que hemos lanzado van a ser positivamente continuados, aunque aclaró que todavía no tuvo contacto con su par estadounidense, aseveró tras encabezar la inauguración de una obra vial en el partido bonaerense de Luján.
En ese marco, según confirmaron fuentes de la Casa Rosada, Macri delegó en la canciller Susana Malcorra las gestiones para entablar un diálogo formal e institucional entre ambos presidentes, luego de que Macri y varios miembros del gobierno argentino expresaran abiertamente su apoyo en la campaña de cara a las elecciones del pasado martes, a favor de la rival derrotada por Trump, la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton.
Consultado sobre qué espera de la relación con el nuevo presidente de los Estados Unidos, Macri agregó que lo que queremos todos es que las comunidades se relacionen y que eso sirva para el progreso de ambos países.
Macri dijo esperar que los programas lanzados, vayan a ser positivamente continuados, en referencia a los tratados de cooperación bilateral firmados con Obama durante la visita que el presidente estadounidense saliente protagonizó en Buenos Aires el pasado 24 de marzo que incluían desde flexibilización en el visado de argentinos que ingresen a Estados Unidos, y de exportaciones argentinas a ese país, hasta mayor intercambio comercial, promoción de inversiones de empresas norteamericanas, intercambio cultural, en ciencia y tecnología, lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
Por otra parte, en Buenos Aires y en Washington afirman que las promesas proteccionistas de Trump no herirán la maratónica agenda que se pusieron como meta Macri y Barack Obama en su encuentro en Buenos Aires a fines de marzo.
Tampoco se sabe si el explosivo Trump reaccionará contra los excesos de favoritismos que en público mostró el propio Macri hacia la demócrata Clinton, pero cerca del Presidente negaron que la relación pueda quedar dañada por el apoyo natural a los demócratas. No creen que peligren los acuerdos comerciales, como la exportación de limones y carnes, es más, consideran que la Argentina seguirá siendo para los EE.UU. el referente regional y que el país tiene mucho terreno para ganar en el plano internacional aun si los mercados se contraen.
El miércoles por ejemplo la prensa tucumana reflejaba el shock de los productores de limones.
La preocupación podría extenderse a la carne. Son dos sectores que batallaron durante diez años por entrar al mercado estadounidense y que recibieron la luz verde muy recientemente.
Pero en Washington aseguran que el proceso no tendría que detenerse porque aquí hay procesos institucionales que trascienden los gobiernos dijeron fuentes en Washington.
A su vez, el desafío comercial no son sólo carne y limones sino lograr más inversiones y que incluso las empresas de EEUU se establezcan en la Argentina y desde aquí exporten servicios a sus casas matrices.
Por ello, la orden de Macri ahora es mostrar que todo el trabajo continúa independientemente del color de la administración y los responsables son los ministros Susana Malcorra, Alfonso Prat Gay y Francisco Cabrera que vienen trabajando en la apertura política y comercial de la Argentina.
&n