ESCANDALO INSTITUCIONAL EN LA QUIACA
La asunción de concejales en La Quiaca, que debía ser un acto estrictamente protocolar y administrativo, se transformó esta semana en un fuerte escándalo político que sacudió la vida institucional de la ciudad fronteriza. Dos de los tres ediles electos en los comicios de mayo Gustavo Farfán y Marcela López fueron impedidos de asumir sus bancas luego de que el Concejo Deliberante local invocara una supuesta "inhabilidad moral", figura que los propios implicados califican como arbitraria, irregular y parte de un armado político para frenar su llegada al cuerpo legislativo.
Una jura que terminó en conflicto
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Mientras en múltiples localidades del interior jujeño los cuerpos deliberativos realizaban sin mayores sobresaltos los actos de jura de autoridades electas, la situación en La Quiaca fue radicalmente distinta.
El ingreso de Farfán y López quienes integraron una lista opositora al oficialismo municipal fue bloqueado a pocos minutos del inicio del acto, según relataron los propios afectados. La resolución fue fundamentada en la existencia de denuncias que, de acuerdo al argumento del Concejo, los dejaban en una situación de inhabilidad ética para ejercer funciones públicas.
Sin embargo, ambos ediles sostienen que las acusaciones son infundadas y que ni siquiera fueron notificadas con la antelación suficiente como para ejercer su defensa.
Farfán: "Es un armado político porque no nos pueden comprar"
Tras el conflicto, Gustavo Farfán brindó detalles sobre lo sucedido. Aseguró que la maniobra responde a intereses del Ejecutivo municipal y apuntó directamente al intendente Dante Velázquez, a quien responsabilizó por "montar una operación" para evitar que la oposición acceda al Concejo.
"Venimos a legislar y a controlar, y como no nos pueden comprar empezaron a armar esto", expresó Farfán, visiblemente molesto por la situación. El edil electo sostuvo que las denuncias mencionadas por el cuerpo deliberante.