Los desafíos de la clase trabajadora y la izquierda en Jujuy

El Gobierno de Milei intenta imponer en forma "personal" (bonapartista) una agenda de ajuste que genera tensiones con los gobernadores. La cuestión de fondo es quién asume el costo político de cumplir con el mandato del déficit cero que exige el FMI.

Tras la apertura de sesiones, Milei, convocó a los gobernadores a firmar un pacto por 10 puntos que ratifican su programa de ajuste fiscal contra el pueblo trabajador, quita de derechos laborales, más licuadora sobre las jubilaciones y una mayor entrega de los bienes comunes naturales (litio, petróleo, gas, etc.) al capital financiero. A cambio les ofrece un "alivio fiscal" para los Estados provinciales. Los fondos podrían venir de volver a cargar con el impuesto a las ganancias sobre los asalariados.

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Si bien, aún no está claro el desenlace, seguramente haya idas y venidas hasta el encuentro fijado para el 25 de Mayo. Lo cierto, es que este pacto ya cuenta con el apoyo público de los grandes empresarios (AEA, Amcham, SRA, UIA). Y los gobernadores buscarán imponer sus intereses, que no son ajenos al de las patronales, tal como se ve en el rechazo a las retenciones o en ampliar los negocios de los biocombustibles, mineras, petroleras, entre otras.

En el caso de Carlos Sadir, es un Gobierno que tiene poco para negociar, es débil y arrastra la pesada herencia de Gerardo Morales (por su impopularidad). Además se encuentra en un no lugar a nivel nacional. A diferencia de GM que se apoyó primero en Macri y luego en su amigo Massa, Sadir, tiene que lidiar con la división de Juntxs que dejó en un lugar marginal a la UCR, la cual, a su vez, tiene sus propias internas nacionales. De aquí, que las opciones para Sadir no son buenas.

Si Sadir se alinea demasiado con los gobernadores del PRO puede quedar muy pegado a Milei, o en el lugar de enfrentarlo como fue el caso de su firma en apoyo al gobernador de Chubut. Pero, otro peligro, surge si se aleja demasiado de Milei (como sucedió votando contra la Ley O en particular) y así se complica su capacidad para gestionar fondos para un Estado provincial que tiene una muy marcada dependencia estructural de la coparticipación y, en otra medida, respecto de las transferencias discrecionales.

De ahí su acercamiento al Gobierno nacional en Salta cuando semanas atrás se reunió con el ministro del Interior, Francos, y la vicepresidenta, Villarruel. El equilibrio de Sadir respecto al Gobierno de Milei, se puede resumir en la frase que dijo en la apertura de sesiones de la Legislatura de Jujuy: "que al Gobierno nacional le vaya bien porque así a todos nos irá bien, siempre vamos a apostar al diálogo, al respeto y al consenso". Una idea que reiteró por la red X tras evaluar como una "muy buena" reunión de trabajo al encuentro de funcionarios nacionales y los gobernadores el viernes 8 de Marzo.