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Por Blanca Juárez (*)
El Fondo Monetario Internacional en su informe del 30 de enero de 2024 actualiza las proyecciones sobre la economía mundial en los siguientes términos: "…el crecimiento mundial sería del 3,1% en 2024 y del 3,2% en 2025, lo que supone que las previsiones para 2024 son 0,2 puntos porcentuales superiores a las de la edición de octubre de 2023, de Perspectivas de la Economía Mundial (informe WEB). Esto se debe a una resiliencia mayor de lo esperado en Estados Unidos y en varias economías de los mercados emergentes y en desarrollo importantes, así como al estímulo fiscal en China.
De todos modos, las previsiones para 2024 – 25 son inferiores al promedio histórico del 3,8% (2000–2019), ante las elevadas tasas de interés de política monetaria para combatir la inflación, el repliegue del apoyo fiscal en un entorno de fuerte endeudamiento que frena la actividad económica y el bajo crecimiento de la productividad subyacente.
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La inflación está disminuyendo más rápidamente de lo previsto en la mayoría de las regiones, mientras se disipan los problemas en el lado de la oferta y se aplica una política monetaria restrictiva. Se prevé que el nivel general de inflación a escala mundial descienda a 5,8% en 2024 y a 4,4% en 2025, lo que supone una revisión a la baja del pronóstico para 2025".
En nuestro país, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE):"…la inflación del 2024 será peor de lo esperado…y el aumento de precios superaría a las primeras estimaciones del inicio del año, junto a una fuerte caída de la actividad económica.
Tras el 211,4% de aumento de precios relevado por el INDEC durante todo el 2023, para el año 2024 estima que los Precios al Consumidor (IPC) alcanzará el 250,6%. Al mismo tiempo la OCDE opina que "la recesión se agravará, con un descenso de la actividad del 2,3 %, superior a lo anticipado días antes de la elección del ahora presidente Javier Milei".
Los números de ventas minoristas de enero que releva la Cámara de la Mediana Empresa (CAME) muestran una contracción promedio del casi 30%, y para febrero se estima una caída en el consumo, entre el 40% y el 50 %, cuando en diciembre habían rozado el 14%.
En indumentaria, la caída es severa, aproximadamente un 30% en las marcas de los shoppings, y en el mercado informal cerca del 40%. En este contexto, se observan algunos síntomas preocupantes, suspensiones y despidos en algunas empresas, afirmando el presidente de la Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI), que la caída en el consumo es generalizada.
Las causas de esta situación están en la fuerte pérdida de poder adquisitivo, agravada tras la devaluación de diciembre y la disparada de precios, principalmente en alimentos, sumado a las perspectivas de incrementos en los servicios, tales como educación privada, prepagas, servicios de luz y gas, combustibles, entre otros, que hicieron caer fuertemente la demanda final.
Ocurrió lo mismo con los patentamientos de vehículos, que registraron una caída del 33%, el peor enero en 20 años, cuando habitualmente el primer mes del año suele ser muy bueno. Según los datos dados a conocer por la Asociación de Concesionarios de Argentina (Acara), se patentaron 33.727 automotores, cuando en enero de 2023 la cifra había llegado a 50.363 unidades, hoy muchas terminales automotrices están paralizadas, con adelanto de vacaciones y analizando cuando retomarán la producción.
El otro aspecto de la fuerte recesión en curso se refleja en la caída abrupta de la recaudación tributaria nacional, donde el cuadro comparativo entre el 19 de enero/2024 y el 19 de febrero/2024, según informe oficial de Presupuesto Abierto, registra que los ingresos impositivos nacionales cayeron un 31 % y desagregado por conceptos resulta que la recaudación de IVA cayó un 40 %, en derechos de exportación un 65 %, en Ganancias un 48 % y en Impuesto País un 14 %.
Al finalizar el mes de febrero se verá con mayor precisión estos registros, que inciden directamente en el nivel de la coparticipación federal de impuestos, la que hasta el mes de enero venía reflejando particularmente que la inflación de enero elevaba la recaudación nominal por el Impuestos al Valor Agregado, que es el impuesto de mayor recaudación al impactar directamente en el consumo masivo de la población.
En el caso de la Provincia de Jujuy la recaudación por coparticipación en el mes de enero/2024 había crecido nominalmente en un 216,7 % respecto a igual mes del año 2023, de $ 19.446 millones de enero 2023 se pasó a percibir en enero 2024 la suma de $ 61.586 millones.
Al mismo tiempo, en el mes de enero/ 2024, la Dirección Provincial de Rentas de Jujuy (DPR), recaudó en concepto de Ingresos Brutos la suma de$ 10.405 millones, lo que representa un 226 % superior a la recaudación del mismo mes de enero 2023, reflejándose también de este modo la inflación en los productos y servicios de demanda masiva que consume la población.
En la actividad privada la temporada de vacaciones está permitiendo un aumento en el flujo turístico, aunque de igual manerase nota el impacto de las restricciones del gasto por parte de quienes visitan nuestra provincia.
Las intensas precipitaciones que se registran en este verano están creando buenas condiciones para los cultivos de los diversos productos de nuestra geografía, cuya cosecha será a futuro.
(*) Presidenta del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Jujuy
