La apertura a las importación con bajos aranceles atrajo al país a una gran feria global que viste y calza a las clases sociales que no siguen modas ni marcas.
La agresiva presencia de las plataformas online chinas, como Shein, Temu y la misma AliExpress, que se hicieron notar a partir de la apertura importadora que dispuso el Gobierno de Javier Milei, disparó un negocio floreciente: el de la indumentaria a granel.
La brusca expansión de este rubro, mayormente reservado a prendas de vestir de marca con fallas imperceptibles o de segunda mano, contrasta con el cierre en Argentina de 68 pymes textiles, la pérdida de más de 4.000 puestos, las 900 suspensiones y la caída al 40% en el uso de la capacidad instalada que asuela a la industria nacional del ramo.
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Cada vez se comercializa más ropa por canales alternativos a los tradicionales, como shoppings y locales de marca, y precisamente la irrupción de las plataformas internacionales online, sobre todo las de procedencia china, reactivó la oferta en megaferias como La Salada, la avenida Avellaneda, en Flores, las ferias populares, las americanas e inclusive los manteros.
Las dos terceras partes de las prendas se fabrican y comercializan en el país a través de dos grandes circuitos mayoristas informales: La Salada y Flores.
Son cada vez más buscados los fardos de ropa importada que promociona Shein: vienen directo de China y traen 50 o 100 prendas, cada una con su bolsita de la página web.
Tik Tok se convirtió en una vidriera en la que toda clase de revendedores exhibe fardos con, por ejemplo, 50 prendas chinas a $400.000, a razón de $8.000 cada una.
Adentro de esa caja de Pandora no se sabe qué mercadería viene, ni los talles o los colores, sólo que son prendas marca Shein, firma que produce entre 6.000 a 10.000 artículos por día y lanza un promedio de más de 300.000 colecciones al año.
Muchos mayoristas de ropa ofrecen la opción de adquirir fardos, en los que suelen venir entre 80 y 100 prendas, depende de si las que llegan son más livianas o más gruesas.
Todas las que integran esos paquetes son seminuevas y sus tallas son las comerciales, incluso algunas hasta con etiquetas. Cada saco de 20 kilos contiene 80 a 100 prendas aproximadamente y puede llevar algunas para hombre. Vienen blusas de estilo más ejecutivo y semi formal en su mayoría de manga larga, procedencia europea.
Los fardos ropa de casa son de primera con segunda y contienen 40 kg, que equivalen a 93 prendas aproximadamente, según el grosor de lo que salga.
Traen por ejemplo modelos deportivos, marca de primera The King a $ 985 mil; polerón con gorro de primera a $735 mil y el de ñiño, de primera Osman a 680 mil.
El fardo de carteras, por 30 unidades, se vende a $260.000 y equipos como Los Golden state Jets Barcelona cuestan $ 780.000.
El fardo americano de camperas/parkas consta de 50-60 unidades.
Por Facebook aparecen miles de ofertas de fardos de ropa importada. Entre las destacadas, uno deportivo de primera Safran, en el que se ven marcas como Adidas, Nike, Spider, Real Tree. O liquidaciones de prendas de marca de bebé por $ 180 mil.
COMERCIO GLOBAL Chile viene llevando la delantera en cuanto a la comercialización de los fardos de ropa en esta parte del continente, por ser el país más antiguo en economía abierta.
Hay firmas importadoras, como es el caso de Arabito, que comercializa directamente de Alemania fardos de ropa de primera calidad, y para mayoristas y ventas al detalle.
Existen asimismo líderes internacionales en ropa usada, como la china Zagumi Trading Co., Ltd., con más de 11 años de experiencia en la exportación a más de 60 países de ropa usada.
Colabora con empresas, comerciantes, fábricas y otros a que importen productos usados de alta calidad y gran venta, estableciendo relaciones cooperativas con más de 300 importadores y mayoristas de ropa usada.
La fábrica tiene una superficie de más de 20,000 metros cuadrados para clasificar la ropa usada por estilo y calidad: una amplia selección de prendas de alta calidad para hombres, mujeres y niños para cada temporada.
Pero en la frontera siempre se encuentra la alternativa más económica de abastecimiento, ya que se paga $8.000 por prenda y se saca desde un 20% hasta casi un 100% depende de cuál. En todo caso, hay que tener suerte con lo que llega: no se pueden pedir talles, ni colores, ni prendas.
LA INDUSTRIA DEL DESPERDICIO Cada año se venden 80.000 millones de prendas en el mundo. La industria textil es la segunda más contaminante del planeta. Es responsable del 20 por ciento de los tóxicos que se vierten en el agua.
Consume 215 billones de litros de agua al año, el equivalente a 86 millones de piscinas olímpicas, y genera el 9% de los microplásticos que contaminan los océanos.
Hay denuncias, como la de JF Calero, en “El cascarón de nuez”, que terminan sepultadas en la vorágine de las ofertas, y en ese contexto, el reciclaje de ropa es presentado como una solución ecológica y responsable.
Pero a menudo "es una fachada que encubre una realidad mucho más turbia. Los contenedores de recogida, ubicados en calles y supermercados, prometen dar una segunda vida a las prendas, pero la verdad es que el sistema está plagado de ineficiencias y opacidad", advierte.
Y prosigue: "En teoría, donar ropa usada fomenta la sostenibilidad y reduce el impacto ambiental de la industria textil, una de las más contaminantes del planeta. Sin embargo, lo que muchos ignoran es que gran parte de esa ropa no se recicla, no se reutiliza y, en el mejor de los casos, termina en mercados de segunda mano en países en desarrollo, saturando economías locales y desplazando a productores textiles autóctonos".
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS