Quién fue Olegario Salas, el fotógrafo de la serie Menem, y quién es el personaje real en el que se inspira

El personaje de Olegario Salas en la serie “Menem” es ficticio. Está inspirado en Víctor Hugo Bugge, el histórico fotógrafo de la Casa Rosada.

La serie Menem, dirigida por Ariel Winograd y estrenada en Prime Video, puso en boca de todos al misterioso Olegario Salas, personaje interpretado por Juan Minujín. En la ficción, Salas es un fotógrafo que se mueve entre los salones del poder durante la década de los 90, capturando tanto la imagen pública como los secretos más íntimos del entonces presidente Carlos Saúl Menem.

Según supo Noticias Argentinas, Olegario Salas no existió en la vida real, sino que se trata de un personaje ficticio, creado como un observador privilegiado del poder, inspirado libremente en la figura de Víctor Hugo Bugge, quien fue fotógrafo oficial de la Casa Rosada durante casi medio siglo.

Bugge, quien ingresó al equipo presidencial en 1978 y se retiró este mismo año tras 47 años de carrera, inmortalizó algunos de los momentos más icónicos de la historia contemporánea argentina: desde la salida en helicóptero de Fernando de la Rúa hasta la caminata histórica de Menem y Alfonsín en la Quinta de Olivos.

En la serie, la historia de Olegario Salas y su familia —su esposa Amanda (Jorgelina Aruzzi) y su hijo Migue (Valentín Wein)— sirve para contar, desde un costado íntimo y humano, el impacto del poder en quienes orbitan alrededor del presidente.

Si bien Bugge siempre fue un testigo silencioso y profesional, Menem usa el recurso de la ficción para dotar a Olegario de carisma, conflictos personales y hasta una cuota de intriga política, elementos que enriquecen la narrativa televisiva.

El propio Bugge, quien fotografió incluso al Papa Francisco en el Vaticano, dejó un legado reconocido por su precisión y su mirada única, mientras lidiaba con el síndrome de Tourette y atravesó episodios personales difíciles, como una depresión durante la gestión de Alberto Fernández.

El estreno de la serie ha revitalizado la curiosidad por la figura de los fotógrafos presidenciales y su rol como cronistas anónimos de la historia. Así, Olegario Salas es, más que un retrato fiel, un homenaje al espíritu de aquellos que, cámara en mano, fueron testigos privilegiados del poder.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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