La decisión de la Provincia de Jujuy, de ceder 1000 hectáreas del parque Nacional Calilegua, que es un área protegida, a la empresa Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE) preocupa por lo que significa ambiental y legalmente, dijo Carolina Moisés.
Al dar precisiones al respecto, la diputada nacional Carolina Moisés presentó en la Cámara de Diputados de la Nación un pedido de informe al Ejecutivo de la Nación sobre algunos eventos ocurridos en esta provincia.
Detalló que uno de los casos, es un convenio entre el Gobernador de la Provincia de Jujuy, Gerardo Morales y la Administración de Parques Nacionales, en el cual se establece los alcances de la intervención que tendrá la Administración de Parques en el área delimitada del Yacimiento Caimancito.
Dijo que esta situación viene siendo denunciada por organizaciones ambientales, trabajadores y pobladores de Calilegua ya que esos convenios autorizan la cesión de 1000 hectáreas protegidas a la empresa Jemse para su explotación, y agregó que con ello se está imposibilitando que se fiscalicen los aspectos ambientales dentro del Parque Nacional Calilegua e impedirá el control por el cese de la explotación de petróleo como la ley provincial lo exige.
Recordó que la reserva nacional de Calilegua fue cedida por la provincia de Jujuy en el año 1978 al Estado Nacional con destino al Servicio de Parques Nacionales.
En el año 1996 la Administración de Parques Nacionales y la concesionaria firmaron un acta acuerdo estableciendo un plan cuidado ambiental. En el 2008 el Gobierno provincial autoriza la explotación controlada a una sociedad integrada por JEMSE, y firman una carta de intención para extender la explotación del yacimiento hasta 2037. Esa concesión preveía la apertura de nuevos pozos dentro del parque aumentando la producción de petróleo.
Hay entre 33 y 36 pozos petroleros, algunos de los cuales presentan un alto riesgo de roturas o pérdidas provocando la contaminación en los recursos naturales, afectando especialmente ríos y napas de agua vitales para el ecosistema, como ya se constató en el 2000 la contaminación en el arroyo Yuto provocado por el pozo abandonado Caimancito e-3 que se encontraba fuera del área concesionada.
En el 2015 se estableció el cese de la explotación en el parque y el Estado provincial demanda el cierre de pozos para la recuperación del medio ambiente, de problemas derivados de la explotación hidro carburífera.
Ante este panorama planteado, la legisladora Carolina Moisés solicitó que se informe y se revea la situación, además de solidarizarse con los trabajadores que vienen sosteniendo el reclamo. Desde su rol en el Congreso de la Nación, aseguró que hará uso de todas las herramientas legislativas que colaboren a solucionar el conflicto.