La variedad y la calidad de artesanías que se pueden obtener del ónix resultan una alternativa económica para pobladores de la Puna jujeña, quienes forman parte de un proyecto que apunta al aprovechamiento de los recursos naturales existentes, con el impulso, además, de un mercado con demanda sostenida, informó el ministerio de Producción de Jujuy.
Las localidades con las que se está trabajando son Cátua y Cusi Cusi, pequeños poblados de la región del oeste provincial en los que se desarrollan capacitaciones en el oficio, se entregaron recursos de trabajo y se busca reabrir dos talleres construidos tiempo atrás.
Estamos trabajando no solo en formar a los artesanos sino también para generar una cadena de comercialización que es en lo que siempre se fracasa, señaló el secretario de Minería de Jujuy, Miguel Soler, al referirse al proyecto y hacer la salvedad de que el ónix venía sin lograr representar una actividad rentable pese a la demanda que se podría alcanzar. En ese sentido, explicó que por la ubicación alejada de estos poblados, se les hacía muy difícil llegar a vender el producto, quedando fuera del potencial mercado que si se halla en localidades de la región de Quebrada y otras con alto movimiento turístico.
Soler explicó que también forma parte de los objetivos interpuestos la legalidad del trabajo a realizar para darle valor agregado, por lo cual las comunidades están atravesando un proceso de inscripción de las canteras de donde obtendrán el material en el Registro Gráfico del Juzgado Administrativo de Minas.