Si una fachada presenta desgaste, grietas u otro tipo de erosión se debe pensar seriamente en rehabilitarla ya que eso ayudará a evitar la entrada de frío en el interior y también a ahorrar en las facturas. Si en la casa entra frío, se deben poner a mayor temperatura los aparatos de aire caliente o la calefacción, con lo cual, la factura energética se incrementará y además no se estará realizando un consumo eficiente.
CÓMO COMPROBAR EL ESTADO DE LA FACHADA
- Grietas
Lo primero que se debe mirar son las grietas. Muchas de ellas se producen por las humedades típicas de la lluvia. Estas grietas deben ser reparadas y para ello se tiene que limpiarlas, eliminar las partes sueltas o la arenilla, rellenar los huecos con una masilla especial y pintarla. Si las grietas son demasiado grandes, lo mejor es contactar con un profesional que se dedique a repararlas.
- Humedad y pintura
Si la pintura está muy deteriorada, se aconseja pintar la fachada de nuevo. De esta forma, no sólo se consigue mejorar la apariencia estética de la fachada sino también mejorar el aislamiento térmico. Antes de pintar, se deben comprobar las humedades. En caso de que haya manchas por humedad habrá que proceder a su reparación mediante pinturas antihumedad. Una vez tapadas ya se podrá pintar la fachada.