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OPINIÓN Por Cr. Leandro Martin Rojas (*)
Ya en 2019, una encuesta de Thomson Reuters denominada "TaxTech Argentina 2019" que abarcó a 200 profesionales en ciencias económicas de todo el país concluyó que el 81% de ellos advierte un profundo impacto de la tecnología en nuestras profesiones. El 59% consideró que la digitalización que promueven los organismos de recaudación fiscal es muy significativa. Y, por último, el 63% consideró de vital importancia el uso de Sistemas de Gestión para anticipar y cumplir con las necesidades de sus clientes.
Pero ¿Cómo la tecnología podría afectar a nuestras profesiones? El impacto de la tecnología a nivel laboral es cada vez más fuerte. El trabajo humano parece ir en camino a ser sustituido en la medida que sean reemplazables por la tecnología. Pero, existen dos motivos principales para ser considerados antes de que ello ocurra. El primero es analizar si el costo del trabajo humano es superior o inferior a su sustituto tecnológico. El segundo, es analizar si el trabajo en cuestión es rutinario, intelectual o manual. Los trabajos que tienen menos probabilidades de ser sustituidos son los manuales e intelectuales, pero no rutinarios. Además, es necesario entender que los cambios en el mundo del trabajo son regenerativos, se transforman, se reconvierten, se reinventan.
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En algunas universidades de nuestro país, ya se piensa a futuro, y comienzan a integrar en sus Planes de Estudio materias que empiezan a vislumbrar las nuevas tecnologías que son tendencia, por ejemplo, para la carrera de Contador Público:
1 - Inteligencia Artificial: Algunos fiscos del mundo ya la están utilizando y se está probando para la liquidación de impuestos y fiscalizaciones. Este tipo de inteligencias permitirá en el futuro sustituir los trabajos operativos dando la posibilidad a los profesionales en ciencias económicas a centrarse en áreas más estratégicas. Por ejemplo, en Francia casi una cuarta parte de las auditorías fiscales realizadas en 2019 son fruto de la intervención de algoritmos con Inteligencia Artificial, donde se recaudaron 11.000 millones de euros tras realizar controles, monto que representa un incremento anual del 30% con respecto a 2018, según el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias.
2 - Seguridad a través de Blockchain: Un bloque de información puede albergar cierto número de transacciones, de movimientos contables. Imaginen por un momento que ciertas empresas, en el mismo momento del nacimiento del hecho económico, como por ejemplo en la emisión de un comprobante electrónico, pueda realizar el registro en un Sistema de Gestión basado en Blockchain, éste mismo se registrará en un bloque inviolable e inalterable, y si lo mismo sucede con cada operación de la empresa, será posible obtener, en un par de simples pasos, un Balance de Sumas y Saldos con la seguridad de los objetivos generales de la Auditoría Externa de Estados Contables: Existencia/Acaecimiento, Propiedad, Integridad, Valuación y, porque no, Exposición. O cuantas veces nos hemos visto impedidos de poder trabajar en la Web de AFIP porque la misma se encuentra en mantenimiento o "caída". La tecnología descentralizada del Blockchain impediría que el sistema de AFIP quede fuera de línea tal como nos tiene acostumbrados.
3 - Contabilidad en la nube. El software de contabilidad alojado en la nube significa que tanto el usuario de la empresa como el contador pueden acceder a los datos de forma directa y simultánea.
4 -Sistemas integrados. El software de contabilidad se integra con plataformas de cobranzas, pagos, bancos, sueldos, compensaciones para gestión de talento en RR.HH., redes sociales y muchos más. Cada software a medida deberá integrarse en un sistema a su vez mayor para entender a la organización como un todo.
5 - Dinero digital. Las criptomonedas, aún no han mostrado su máximo potencial. Sin embargo, el mundo financiero ya está utilizando cheques de pago diferido digitales además de otras herramientas financieras.
Como profesionales en Ciencias Económicas debemos considerar que algunas de nuestras tareas, las más rutinarias y repetitivas, o que tengan muy poco valor agregado podrán ser sustituidas por cualquier herramienta informática. Sin embargo, debemos repensar cuales son los requerimientos actuales y futuros de nuestras profesiones, que necesidades debemos satisfacer con nuestro servicio profesional y como dar soluciones de valor agregado. Las profesiones de Contador, Economista, Administrador o Actuario no van a dejar de existir, ¡y esa es una muy buena noticia! Lo que cambiará sin lugar a duda, es la forma en que ejerceremos nuestra profesión. Lo importante es poder anticiparse a estos cambios, a aprender nuevas habilidades, incorporar nuevas destrezas, flexibilizar nuestros conocimientos, escuchar las nuevas tendencias tecnológicas, conectarse con otras profesiones y reinventarnos una vez más, pero sin descuidar lo ya adquirido: nuestros conocimientos, nuestra conexión con las personas y la ética profesional.
Los profesionales en ciencias económicas debemos prepararnos y anticiparnos, descubrir y redescubrir nuestro valor agregado Seguramente pasaremos de ser, en muchos de los casos, procesadores de información a Consultores, Asesores y Aliados Estratégicos de nuestros clientes, brindando opciones, opiniones y planes de acción que hagan al Desarrollo y al Crecimiento de sus negocios. El Futuro ES una OPORTUNIDAD para los Profesionales en Ciencias Económicas.
(*) Universidad Nacional de Jujuy
MP: 1813
