Recientemente, la Policitemia Vera ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como neoplasia mieloproliferativa o cáncer de la sangre. Es una enfermedad crónica vinculada a la sobreproducción de glóbulos rojos en la médula ósea. Los pacientes con policitemia vera pueden con el transcurso del tiempo, sufrir la transformación de su enfermedad en leucemia aguda y evolucionar hacia una mielofibrosis, refirió la Dra. Beatriz Moiraghi, médica de planta del Servicio de Hematología del Hospital Ramos Mejía.
Los síntomas de esta condición pueden ser similares a los de otras enfermedades más conocidas, lo que lleva a que muchos casos no se reporten o se diagnostiquen erróneamente. Sin embargo, es posible detectar la enfermedad con un análisis de sangre de rutina.
A pesar de ser una Enfermedad Poco Frecuente (EPoF), la policitemia vera es la segunda enfermedad de la sangre más común, después de la leucemia mieloide crónica, y las estadísticas indican que, cada año, podría afectar a más de 11.800 personas en Latinoamérica; su incidencia es de 1 a 3 nuevos casos por cada 100.000 habitantes por año. La edad mediana del diagnóstico es a los 60 años, pero la enfermedad puede presentarse a cualquier edad.
Debido al aumento de la viscosidad de la sangre por la sobreproducción de glóbulos rojos, los pacientes presentan alto riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos, y son cuatro veces más propensos a morir de un evento cardíaco. Además, la policitemia vera está asociada con una posible transformación a mielofibrosis o leucemia mieloide aguda.