El Gobierno criticó con dureza a la oposición, que impuso un proyecto alternativo en la Cámara de Diputados en torno al Impuesto a las Ganancias.
El presidente Mauricio Macri sostuvo que se trató de una mentira, un engaño y demagogia, y reclamó a los gobernadores y senadores que le pongan freno.
En tal sentido, Macri dijo que ese no es el camino para que la Argentina crezca, aunque no adelantó si vetará o no la iniciativa, en caso de que ésta sea aprobada por el Senado.
La irresponsabilidad que vimos ayer -por el martes- no es el camino. El camino es el esfuerzo de cada argentino, que no es sacrificio, aseveró Macri, al participar ayer de la reinauguración del Aeropuerto Internacional de Mendoza, acompañado por el gobernador de esa provincia, Alfredo Cornejo.
Por suerte el Frente Renovador no tiene senadores, ironizó el jefe de Estado en una conferencia de prensa en Mendoza, en donde se abstuvo de pronunciarse sobre si vetará un eventual proyecto opositor, al señalar que no quiere adelantarse, y dijo que esperaba que el Senado, con los gobernadores, le ponga freno al proyecto.
Macri remarcó que dialogará con los mandatarios provinciales como lo hemos hecho todo el año para buscar apoyo en el Senado a la iniciativa oficial sobre los cambios en Ganancias, tras la dura derrota que la Casa Rosada sufrió en la Cámara baja por parte de la alianza entre el Frente Renovador, el Frente para la Victoria y el Bloque Justicialista.
No es serio dar media sanción a una ley que propone modificaciones sin un dictamen oficial de la AFIP diciendo cuánto es el dinero con el que cuenta y cuánto es lo que se recaudaría con los nuevos impuestos. Eso nunca sucedió y demuestra muy poca seriedad por parte de todo el kirchnerismo y el peronismo, que sale unido detrás de esta propuesta de reforma, agregó el mandatario.
El Presidente calificó de pesadilla la confluencia de dirigentes opositores, a quienes acusó de que no se ocuparon por más de una década del Impuesto a las Ganancias.
Se vio al jefe de Gabinete de Cristina (Fernández de Kirchner), Sergio Massa; al ministro de Economía de Cristina, Axel Kicillof; al responsable de la Anses, (Diego) Bossio; al gobernador de Cristina, Felipe Solá; a la ministra de Trabajo Graciela Camaño (se desempeñó durante la gestión de Eduardo Duhalde), todos decidiendo sobre el Impuesto de Ganancias, fustigó.
Incluso, advirtió que no hay manera de compensar a las provincias si se aprobara el proyecto opositor, y sentenció que el déficit fiscal de la Argentina no es sostenible en el mediano plazo, al estimarlo en 400 mil millones de pesos.
Es como gastar el doble de lo que ganan de salario, ¿cuánto duran sin perder la casa?, planteó el jefe de Estado, quien pidió basta de mentir y dijo que se proponen soluciones que traen cada vez más pobreza, por lo que pidió no dejarse engañar de vuelta ni creer en las soluciones mágicas.
Lo que no queremos los argentinos es, justamente, volver al pasado, sino construir una Argentina basada en decirnos la verdad y no en seguir haciendo más de lo mismo con el populismo y la mentira, concluyó.
Por su parte, el bloque de diputados nacionales del Frente Renovador salió a rechazar los cuestionamientos del Presidente al líder de ese espacio, Sergio Massa, y aseguraron que no hay ninguna chance de ir junto con el kirchnerismo en una elección.
Al respecto, la diputada Graciela Camaño hizo referencia a las imágenes calificadas como pesadilla en un programa radial por ver a la oposición unida en un proyecto y remarcó que se olvidaron de mencionar a (Martín) Lousteau, ministro; (Graciela) Ocaña, ministra; (Alfonso) Prat Gay titular del Banco Central y (Emilio) Monzó ministro de Asuntos Agrarios.
Según la diputada bonaerense, Mauricio Macri no tiene memoria. Fui ministra de Trabajo en 2002, crisis generada por sus socios de Cambiemos. Que siga de retiro espiritual, pidiendo esfuerzo a los trabajadores, jubilados y beneficiando a sus amigos y parientes empresarios.
A su vez, el diputado massista Felipé Solá sostuvo que no quieren gravar a los más ricos pero sí dejar blanquear a sus parientes. Esta ley lo que trata es poner algo de justicia en un sector, permitiendo que casi un millón de laburantes dejen de pagar el impuesto a las Ganancias por trabajar. La clave del proyecto es que se grava a gente que no pagaba Ganancias por actividades que no requerían trabajo, en el sentido clásico, y que son actividades especulativas.
Desde el Frente para la Victoria, Axel Kicillof respondió que el proyecto no desequilibra la caja al Gobierno y que hoy se perdonan impuestos a los sectores más ricos y concentrados.
Al final de nuestro Gobierno había un millón de trabajadores pagando Ganancias, que era el 10 por ciento; cuando llega (Mauricio) Macri, prometiendo que lo voten para sacar el impuesto, pasan a pagar 2 millones de personas, argumentó el ex ministro de Economía en diálogo con Radio La Red.
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