En esta tierra milenaria, el culto a las divinidades ancestrales como la Pachamama y al Tata Inti, conviven con las celebraciones del santoral católico en auténticas fiestas populares: carnavales bulliciosos, alegres encuentros de artistas, y emotivas peregrinaciones. En una celebración permanente de la vida misma, niños, adultos y ancianos se reúnen al pie de los cerros de colores y recorren las calles entre música, sabores, bailes y oraciones.
Los pequeños danzan entre cintas de colores en las esquinas del pueblo adorando al niño Jesús durante las celebraciones navideñas. En enero la música y el canto llenan de color las callecitas de Tilcara para vivir una de las más tradicionales festividades folclóricas del norte de la Argentina como lo es el Enero Tilcareño.
En febrero, las máscaras invitan al antiguo ritual del Carnaval. Para el tiempo de la Semana Santa, la música de los sikuris llega como en procesión, bajando desde los cerros. Del interior de las iglesias salen a la calle las imágenes de las santas patronas: vírgenes que los pueblos originarios veneran. Resulta imposible no sumarse al aplauso popular. Cuando el invierno comience, el Tata Inti también tendrá su fiesta a través del Inti Raymi. Llegará luego un nuevo tiempo de cosecha; será entonces el momento de agradecer a la Madre Tierra. En el mes de agosto, la Virgen de la Asunción tendrá su festividad en Casabindo, en la región de la Puna, con el particular Toreo de la Vincha. Durante todo el año Jujuy agradecida, es fiesta pura.
En la Quebrada de Humahuaca, como en toda la provincia, un nutrido calendario de festividades religiosas da cuenta de la raigambre de la fe católica en el pueblo del lugar.
Adoración del Niño Jesús: desde la Nochebuena y hasta el Día de Reyes, pesebres comunitarios de tamaño real esparcidos por toda la Quebrada resultan una fiesta de adoración y culto en la que los niños quebradeños participan entonando villancicos.
Enero Tilcareño: una imperdible muestra de cultura y tradición comienza el sábado siguiente a la celebración de Reyes y se extiende hasta el final del mes en la ciudad de Tilcara. Incluye bailes, copleadas, conferencias, exposiciones plásticas, presentaciones literarias, competencias deportivas, juegos recreativos y peñas que -con música y chicha- se mantienen abiertas todas las noches del mes.
Encuentro de copleros en Purmamarca: el segundo sábado de enero llegan a Purmamarca desde todos los pueblos de la Quebrada, pero también desde la Puna y hasta desde los Valles, copleros y copleras que alrededor de una enorme rueda humana van echando coplas plenas de poesía, humor y denuncia. Se destaca el contrapunto, competencia mano a mano entre dos copleros. Comienza temprano y puede durar hasta la madrugada.
Carnaval: una de las celebraciones más típicas, coloridas y entusiastas de toda la región quebradeña. El Carnaval del norte jujeño es ¡imperdible!. Una semana antes de la Cuaresma y en coincidencia con el comienzo del tiempo de la cosecha, se sucede esta milenaria fiesta pagana llena de fantasía, música y color. Aquí, el carnaval español se fusionó con costumbres milenarias y rituales destinados a celebrar la fecundidad de la tierra. Las máscaras utilizadas en las comparsas aseguran el anonimato de los participantes que coronan sus cabezas con flores de colores. Ramitos de albahaca fresca regalan los diablos del Carnaval a todos los presentes.
Semana Santa: declarada de Interés Nacional, la Semana Santa se vive con especial devoción en todos los pueblos de la Quebrada, pero se destaca en las localidades de Tumbaya y Tilcara. En la primera, el miércoles anterior al Domingo de Ramos miles de peregrinos ascienden 3570 msnm hasta el santuario de la Virgen de Copacabana de Punta Corral para venerar a la Virgen de Copacabana de Punta Corral, a la que el domingo siguiente acompañan en procesión hasta la iglesia de Tumbaya. En tanto en Tilcara, las celebraciones comienzan el Miércoles Santo cuando una larga procesión llega hasta el pueblo trayendo consigo la imagen de la Virgen de Copacabana del abra de Punta Corral acompañada por las bandas de sikuris. A su paso suenan sikus, bombos, quenas y tambores que tocan marchas y cantatas religiosas casi sin parar.
El Viernes Santo, las calles de Tilcara lucen en sus esquinas las Ermitas, murales de grandes dimensiones confeccionados con flores, hojas y semillas que representan las estaciones del Vía Crucis.
Celebración del Inti Raymi: en Huacalera a 100 kilómetros al norte de San Salvador de Jujuy, con el monolito que señala el paso de la línea imaginaria del Trópico de Capricornio es postal fotográfica obligada para todos los viajeros. En los alrededores de ese mismo monolito, los quebradeños celebran cada año en la madrugada del 20 al 21 de junio, durante el solsticio de invierno el Inti Raymi o Fiesta del Sol, una antigua celebración tradicional aymara para recibir el nuevo ciclo agrícola.
Toreo de la Vincha y Fiesta patronal en honor a la Virgen de la Asunción: en Casabindo, en la región de la Puna a 55 kilómetros de la ruta nacional 9 (que atraviesa la Quebrada de Humahuaca) y de la ciudad de Abra Pampa, se desarrolla cada 15 de agosto una muy particular celebración en honor a la santa patrona del lugar, la Mamita, como la llaman los lugareños: el Toreo de la Vincha, única corrida de toros incruenta de Sudamérica, conserva la esencia inalterable de las antiguas lidiadas con la premisa de no lastimar al animal expuesto en la faena.
Procesión de Santa Rosa de Lima en Purmamarca: cada 30 de agosto, jornada dedicada a honrar a la Santa Rosa de Lima, patrona de América Latina, se realiza en Purmamarca una peregrinación por las calles. La imagen de la santa patrona realizada en el Perú en madera tallada, data de fines del siglo XVII y encabeza a un numeroso grupo de fieles que, acompañados por las bandas de sikuris, llegan especialmente para la ocasión desde los pueblos de toda la región.
Agradecimiento a la Pachamama: divinidad milenaria, la Pacha es ofrendada cada 1 de agosto con comidas y bebidas en una ceremonia ancestral que preside el más anciano de los pobladores de cada pueblo. La ceremonia se realiza usualmente al mediodía y se extiende hasta que caen los primeros rayos de sol. En los costados de los caminos, en lo alto de los cerros y en los jardines de las casas se cavan agujeros que es la boca de la Pachamama en cuyo interior se arrojan las ofrendas a la Madre Tierra. Este culto es uno de los más sentidos, tradicionales y respetados de toda la región Norte. No es un espectáculo y para participar de la ceremonia a la Pachamama el visitante debe ser muy respetuoso.
Culto a las almas: cada 2 de noviembre, las almas de los difuntos son homenajeadas en la Quebrada con coronas de flores multicolores confeccionadas en papel brillante que se depositan en los cementerios de altura, junto a los platos preferidos de los difuntos que se entregan como ofrendas.
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