Aprendé a reconocer y controlar la displasia mamaria

Aprendeacute a reconocer y controlar  la displasia mamaria

Aprendé a reconocer y controlar la displasia mamaria

 En primera instancia, es importante aclarar que la displasia mamaria  no es una enfermedad. El término  surgió en el campo de la anatomopatología -así se llama la disciplina que estudia las alteraciones  de los tejidos biológicos- y luego  se extrapoló a la clínica y comenzó a utilizarse de manera incorrecta. Lo que se conoce como displasia en forma vulgar, se llama en  realidad ‘mastalgia cíclica‘ y se refiere al dolor en ambos senos que  aparece unos días antes de la  menstruación. Si te sentís identificada con este síntoma, acá te damos algunas puntas para controlarlo.

¿CUÁL ES SU CAUSA?

Antes de que te venga, las hormonas  están en ebullición y esos cambios  que se producen en los niveles de estrógeno y progesterona pueden provocar una retención transitoria de líquidos; no solo la panza se infla como un globo, las lolas también lo  sufren. En esa etapa, que suele producirse entre una semana y diez días  antes de la menstruación, las mamas  retienen más agua y sal, lo cual genera mayor turgencia, molestias e incluso dolor. Otra característica de este fenómeno es que cuando menstruás, el alivio es casi instantáneo, te  deshinchas, los pechos vuelven a su  tamaño y textura normal y la tensión  afloja.

TRATAMIENTO Y FORMA  DE  CONTROLARLA

No hay tratamiento específico para  la displasia porque no se la considera  una enfermedad, así que tampoco se  puede hablar de curación. Sin embargo, existen algunas medidas que  te pueden ayudar a lidiar con la molestia y hacerla desaparecer. Algunos  ginecólogos recomiendan tomar  analgésicos, como el ibuprofeno o el  paracetamol. También podés aplicar  compresas calientes en la zona para  desinflamar. Es lógico que ante el  dolor consideres que todo lo que  apriete tus lolas es un enemigo, pero,  al contrario, los expertos recomiendan que utilices aquellos corpiños  que brindan mayor soporte y contienen toda la mama. La solución definitiva al problema llega con la menopausia, porque los cambios hormonales de esa etapa revierten la  sintomatología por completo. Si bien  no existe evidencia científica, algunas mujeres dicen que los síntomas  se alivian cuando reducen el consumo de cafeína los días previos a la  menstruación. Por otra parte, disminuir la ingesta de sodio es una buena  idea porque este favorece la retención de líquidos propia de ese momento del ciclo. Por otro lado, para  controlar la displasia solo es necesario realizar una mamografía y/o ecografía mamaria todos los años, o con  la periodicidad que el ginecólogo indique según cada caso. Actividad física suave, agua y reducir el consumo de cafeína son algunas de las recomendaciones que funcionan para  aliviar los síntomas. Una de las consultas más frecuentes es si tomar anticonceptivos puede empeorar la displasia. Pero no están contraindicados. De hecho, algunos especialistas  sostienen que pueden ayudar al alivio de los síntomas, sobre todo aquellos que contienen una baja concentración de estrógenos y progestágenos. Tampoco deberías suprimir la  actividad física. Pero tené en cuenta  que si ejercitás los pectorales, podés  percibir la fatiga muscular como dolor en las mamas, ya que estas se  apoyan sobre los músculos del pectoral. Si hacés aparatos para ejercitar  el tren superior o deportes como tenis, hockey o vóley, puede suceder  que los músculos pectorales se inflamen y sientas dolor en los pechos;  claro que para quedarte más tranquila podés consultar al médico, para  determinar si se trata de un dolor  muscular.

QUISTES Y ‘BULTITOS‘

Una consulta médica y una mamografía te ayuda a despejar dudas. Foto: Corbis.

En algunos casos aparece una protuberancia que responde a cambios fibroquísticos en las mamas. Pero no  te asustes, porque se trata de un trastorno totalmente benigno.

Ese tipo de nódulos pueden ser fibrosis o quistes y se caracterizan por  aparecer de forma repentina; no sería  raro que un día te despertaras y palparas un bultito que el día anterior no  tenías. 

¿SE PUEDE OPERAR?

Solo un porcentaje mínimo de los casos de displasia requiere una intervención quirúrgica. Aunque no es  necesario extraerlos, algunos ginecólogos colocan una aguja finita en  el interior del quiste para drenar el líquido; de esta forma confirman el  diagnóstico, ya que al hacerlo la protuberancia desaparece en ese mismo  instante. 


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