MIGUEL KOHAN
El director de Animu presentó oficialmente el documental en Jujuy y reflexionó sobre el difícil momento del cine argentino, el valor del trabajo colectivo y la importancia de mantener viva la identidad audiovisual del país.
El reconocido realizador Miguel Kohan presentó anoche oficialmente su nueva película documental, Animu, en la Sala 3 de Annuar Shopping, ante un público que acompañó con emoción el regreso de la obra al norte argentino. La proyección contó con la presencia de Wara Calpanchay, protagonista del film, y con el apoyo del Instituto de Artes Audiovisuales de Jujuy (IAAC).Durante el encuentro, Kohan habló sobre el proceso de realización de la película, el recorrido internacional que ha tenido y el contexto actual del cine nacional, marcado por la falta de apoyo del Gobierno Nacional y el esfuerzo que implica sostener la producción audiovisual independiente.
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Un viaje entre el duelo y la cosmovisión andina Animu palabra quechua que significa "aliento", "alma" o "energía" fue filmada íntegramente en Jujuy y cuenta la historia de Warita (Wara Calpanchay), una joven que atraviesa el duelo por la pérdida de su abuela y reflexiona sobre el desarraigo desde su cosmovisión andina.
"Es una película sobre el duelo que le tocó vivir, sobre el desarraigo, que sonsentimientos universales", explicó Kohan.
"Ella lo cuenta desde su mirada, desde su cultura, y eso la hace profundamente auténtica. Es una película con mucha vida y ánimo".
El film ya participó en festivales de Buenos Aires, Brasil, España y próximamente Colombia, donde ha sido recibido con entusiasmo por audiencias diversas. "Estoy muy impactado por la devolución del público. En el exterior fue la prueba de fuego: el
espectador se emociona, se siente implicado. Animu tiene un perfil muy local y nativo, pero a la vez es una película universal", agregó el director.
El valor del cine argentino en tiempos difíciles
En un tono reflexivo, Kohan se refirió a la situación actual del cine argentino, en un contexto de incertidumbre para el sector audiovisual.
"Hacer cine argentino hoy toma aún más valor. Vivimos un momento difícil, con falta
de apoyo y recursos. Por eso estoy muy agradecido al IAAC de Jujuy, que me convocó para participar del seminario y la clínica de cine. Me encantó poder colaborar, porque necesitamos más cine jujeño y debemos defender nuestra soberanía cultural", afirmó.
El realizador también criticó la falta de políticas públicas que promuevan la producción nacional:
"No tengo nada en contra del cine extranjero, pero sí estoy en contra de que no podamos desarrollar nuestro propio cine. La situación es complicada, y una manera de defendernos es simple: venir a ver cine argentino. Ese gesto, por pequeño que parezca,
ayuda mucho".Veinte años de camino y una raíz jujeña
Kohan tiene un vínculo profundo con Jujuy. Recordó que en la provincia inició su recorrido como cineasta, hace dos décadas:
"Desde la primera vez que vine a Jujuy sentí algo familiar, algo propio. Aquí empecé a hacer cine. Este año se cumplieron 20 años de Salina Grande, mi primera película.
"Animu es una palabra quechua que significa aliento, alma, energía. Tiene que ver con el aire, con ese concepto que nos conecta con todo lo que vive. La película intenta transmitir justamente eso: que estamos todos ligados por algo invisible pero esencial".Wara Calpanchay: "Podemos contar nuestras propias historias"
Por su parte, la protagonista Wara Calpanchay destacó la importancia de poder representar desde su lugar las historias de su comunidad:
"Participar en este documental fue una experiencia única, un aprendizaje constante.
Reafirma una pequeña semilla que crece gracias a mis comunidades, que me brindaron
las herramientas necesarias y el amor por mi tierra", expresó.
"En Jujuy hay muchos artistas por descubrir, y podemos contar nuestras propias historias para el mundo. Animu demuestra que es posible hacerlo con identidad, con respeto y con emoción".Un llamado a valorar lo propio
La presentación cerró con un fuerte aplauso del público, que celebró tanto la película como el mensaje de resistencia cultural que transmite. Kohan, emocionado, agradeció la recepción y volvió a insistir en la importancia de acompañar al cine nacional:
"Defender nuestra soberanía cultural no es una consigna vacía; es una necesidad. Cada función, cada espectador, cada película argentina que se ve es una forma de cuidar lo nuestro".