Fue el segundo ascenso en su historia
Un 2 de julio de 2005 quedará grabado para siempre en el corazón del pueblo jujeño. Ese día, mientras la Selección Argentina Sub-20 liderada por Lionel Messi y dirigida por Francisco Ferraro se consagraba campeona del mundo, en la provincia de Jujuy también se vivía una jornada inolvidable: Gimnasia y Esgrima lograba su segundo ascenso a la Primera División del fútbol argentino, tras empatar 0 a 0 frente a Huracán y sostener la ventaja obtenida en el partido de ida.
El "Lobo" había comenzado una campaña sólida bajo la conducción de "Pancho" Ferraro, que más tarde sería reemplazado por Mario Gómez, quien llevó al equipo a lo más alto. En la primera final del reducido, disputada en Parque Patricios, Gimnasia se impuso por 1 a 0 con un gol clave de Franco Sosa.
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La revancha se jugó en un estadio "23 de Agosto" colmado hasta el último rincón, con más de 25.000 almas alentando sin parar. El empate sin goles fue suficiente para desatar la locura total en la provincia.
Con el pitazo final del árbitro Jorge Ferro, se concretó el anhelado ascenso y el pueblo jujeño salió a las calles a celebrar. Fue una noche mágica, de abrazos, lágrimas, caravanas interminables y orgullo desbordante.
A dos décadas de aquella gesta inolvidable, los recuerdos siguen vivos y los sentimientos resurgen con fuerza. Porque los ascensos no solo representan logros deportivos, sino también momentos que unen a generaciones enteras bajo una misma pasión.
El 2 de julio de 2005, Gimnasia y Esgrima de Jujuy volvió a escribir una página dorada en la historia del fútbol del norte argentino.