Buenos Aires - El presidente Javier Milei explicó en una entrevista televisiva en América 24 las características y fundamentos del proyecto que impulsa su gobierno para incorporar al circuito económico una porción significativa de los dólares que los argentinos mantienen fuera del sistema financiero formal.
Durante su intervención, sostuvo que se trata de una medida monetaria revolucionaria y que, aunque posee elementos comunes con mecanismos tradicionales de regularización de activos, su propósito no es recaudatorio.
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Según el mandatario, en la Argentina existen entre 200.000 y 400.000 millones de dólares fuera del sistema, una cifra que representa entre el 33% y el 66% del Producto Bruto Interno (PBI). "Eso implica una inyección de fondos dentro de la economía que podría generar una aceleración de la tasa de crecimiento enorme", aseguró Milei.
Explicó que permitir que esos dólares ingresen al circuito sin exigir declaraciones sobre su origen responde a una lógica distinta a la fiscal o penal: "Es como si fuera un blanqueo, pero sin pago de impuestos, obvio. Claro. No tiene fines recaudatorios. Tiene fines, digamos, de liberar, liberar, liberar. Que la gente pueda ser libre de usar su dinero".
El presidente aclaró que no le interesa el origen de los dólares que los ciudadanos poseen fuera del sistema bancario. "A mí no me importa de dónde sacó los dólares, no me importa, no me importa en lo más mínimo", reiteró en varias oportunidades. Planteó que "las cuestiones de economía se arreglan en la economía. Las cuestiones de otro tipo se arreglan en el plano jurídico y legal".
En esa línea, rechazó las advertencias sobre la posible utilización del mecanismo por parte de organizaciones delictivas, como el narcotráfico. Según dijo, "el narcotráfico usted lo combate con el Ministerio de Seguridad, con el Ministerio de Defensa, no con la economía". Además, señaló que los instrumentos de política económica deben mantenerse separados de los instrumentos jurídicos. "No tiene sentido generar una distorsión económica para combatir un delito. Es una locura", declaró.
El presidente remarcó que no iba a apurar el anuncio de la medida. "Las medidas van a estar cuando estén perfectamente confeccionadas", señaló. Insistió en que su gobierno prioriza la racionalidad técnica por sobre las conveniencias políticas o electorales. "Yo no me, yo por rascar más votos no voy a arriesgar una medida y que nos pueda generar algún tipo de problema", subrayó.
Milei consideró que esta política permitiría monetizar la economía sin que el Banco Central emita dinero, ya que serían los propios individuos quienes pondrían sus divisas en circulación. "La única forma que usted tiene para monetizar la economía es venderle pesos a cambio de dólares a quien quiera pesos", explicó.
Aclaró que, aunque el sistema habilitaría el uso extendido de dólares, los impuestos seguirán pagándose en pesos, lo que reforzaría el valor de la moneda local. "Eso genera una demanda de pesos y va a haber, digamos, por el efecto fiscal, una apreciación", afirmó. En otro pasaje, el presidente aseguró que no considera necesaria la existencia de blanqueos como los que se utilizaron en gestiones anteriores. "Desaparecen los blanqueos. Entonces, por definición, digamos. Es como si fuera un blanqueo, pero sin pago de impuestos".
Respecto del estado general de la economía, Milei sostuvo que la Argentina se encuentra en una situación sin precedentes, combinando superávit fiscal, cantidad de dinero fija y tipo de cambio libre. Atribuyó esos logros a decisiones que, según él, se tomaron con fundamentos morales antes que pragmáticos. "Todas las medidas tienen un origen moral. El origen es moral", afirmó. Citó en ese marco a Jesús Huerta de Soto y su concepto de "eficiencia dinámica", que asocia el crecimiento económico con un marco normativo basado en la libertad individual y el respeto por los valores de Occidente.