BUNDESLIGA
Sería una escena imposible de ver en el fútbol argentino y en ligas de otras latitudes. En la Bundesliga ocurrió un episodio increíble: después de la derrota 6-0 del Darmstadt 98 contra el FC Augsburg, que equivalió al 17º partido consecutivo del conjunto azul sin ganar, un hincha -solo uno- salió a sermonear por el mal momento a todo el plantel y cuerpo técnico. Lejos de rechazarlo, el grupo se puso a su alrededor a escucharlo atentamente dentro del campo de juego, como si se tratara de la arenga de un DT. En el estadio se oyeron silbidos en su dirección, pero el fan permaneció libre en el terreno de juego y pronunció un emotivo discurso incendiario, aunque en apariencia sin agresiones.
El presidente Rüdiger Fritsch aseguró: "Fue un intercambio de ideas, un intercambio de opiniones, fue positivo". Después volvió a reinar "un estado de ánimo positivo", lo que podría ser beneficioso a largo plazo porque: "La cohesión de Darmstadt 98 se hará evidente en este momento".
El arquero Marcel Schuhen hizo una declaración similar: contó que las palabras habían sido "emotivas y claras", pero que eran "cero por ciento agresivas". "Conozco la agresión de una manera completamente diferente", dijo el guardavallas de 31 años, explicando que no veía la acción como "mala". "Estuvo absolutamente bien", aseguró. Schuhen elogió la "sensibilidad de la gente" y que, después de una derrota de esa magnitud, recibieron "mucho respeto". "Pero no lo merecíamos, tengo que ser honesto. Podrían habernos arrojado cosas, no sé, podrían habernos insultado", comentó el arquero, y explicó que él incluso habría tenido comprensión para tales manifestaciones. "Habría aceptado cualquier cosa, de cualquier manera y en cualquier forma, porque hoy no éramos dignos de llevar la camiseta". Pero eso es exactamente lo que no sucedió; de hecho, encontró todas reacciones positivas "Es aún más difícil para mí que la gente haya manejado tan bien la situación", admitió.
El fanático, en tono firme, buscó movilizar a los jugadores para superar este difícil momento y a luchar por mantenerse en la Bundesliga, a pesar de la distancia de 12 puntos que los separa de la salvación. Los futbolistas, en silencio, reconocieron las preocupaciones expresadas por el hincha y prometieron un mayor compromiso para los próximos 10 partidos.