ULTIMO MOMENTO:
Por Santiago Jorge*
Conmovedora y emocionante fue la jornada que se vivió el viernes por la tarde-noche en el centro de San Salvador de Jujuy, replicada también en las ciudades y plazas del interior de toda la provincia. La Marcha de las Antorchas encabezada por docentes fue la síntesis de una semana de lucha, con paro por tiempo indeterminado hasta tanto la dignidad se refleje en los salarios de quienes trabajan en el sector más sensible y vapuleado de nuestra sociedad: la educación.
Una movilización multitudinaria, que fue creciendo con adhesión espontánea de la ciudadanía y sectores sociales que desde las veredas aplaudió la marcha de las seños con sus guardapolvos, ellas acompañadas por sus familias y niños, tras una semana de reclamos, se convirtieron en el verdadero norte a seguir: vienen a encender antorchas y mechas para sacudir el espíritu belgraniano de los habitantes de esta comarca llamada Jujuy, cuyo máximo prócer nacional nos legó la defensa de las libertades civiles. Si lo heroico sobrevive, seguro anida cerca de los delantales y guardapolvos.
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"¡Pueblo! ¡escucha! ¡únete a la lucha!" cantaron enérgicamente "las obreras de la tiza, maestras de Jujuy que no se venden" en su marchar por las callecitas del centro, ese espacio físico donde todos nos encontramos en el quehacer cotidiano. Nadie fue indiferente al ruidoso reclamo que despierta de un cachetazo (y de una buena vez) a una sociedad adormecida y pasiva. Recordar que en las pasadas elecciones de hace un mes, unos 155.735 jujeños (representan el 26,53% del padrón) no concurrieron a votar. Si a eso le sumamos los 50.000 que votaron en blanco, esta gente (los indiferentes y los indignados) suman más votos que el gobierno actual, que fue votado por 176.400 jujeños en 2019 y por 196.714 en 2023.
El lunes los docentes continuarán con las medidas de fuerza, pero con la notable particularidad de que los diversos gremios que nuclean a los trabajadores de la educación, multados por las tristemente célebres contravenciones, han añadido a su reclamo salarial, un firme y contundente rechazo a la reforma constitucional que se está llevando adelante en la Legislatura, donde justamente en un artículo se está legislando sobre la "reglamentación del ejercicio de la manifestación". Las seños están cumpliendo con el imaginario popular argentino: docente luchando también está enseñando.
¿El Gobierno de la provincia? Enredados en una película de ciencia ficción y realismo mágico: algunos funcionarios, diputados y concejales en uso de licencia para escribir a las apuradas y sin participación ciudadana, una nueva Constitución diseñada de espaldas a la gente y en función del criterio e interés del gabinete-provincial; otros paseando en comitiva oficial con James Cameron, director de cine estadounidense que no tardó ni un día en salir a desmentir al gobierno provincial, declarando escandalosamente que le "han tendido una emboscada en Argentina", aludiendo sentirse usado en su visita a Jujuy al no haber sido anoticiado de los reclamos de comunidades originarias en relación al litio. Todo esto en una entrevista durísima con el diario español El País, publicada cuarenta y ocho horas después de las fotos oficiales de su visita.
En este contexto social, sin clases en las aulas y con expresiones de conflictividad, hartazgo y descontento latente en las calles, la semana entrante es una incógnita angustiante ante la aceleración de los hechos: una convención constituyente que acomoda sus plazos en función de candidaturas y calendario electoral, alejada de los problemas reales de la población, confundida en la redacción de un texto constitucional que apenas circuló únicamente despertó críticas por su pobreza argumentativa y que, además, cada día que pasa se hunde en su deslegitimidad por los debates express a puertas cerradas.
Tan es así, que hasta constituyentes del bloque justicialista salieron a aclarar en las últimas horas que, además de no estar garantizado el debate por lo escueto de los tiempos, están en contra del proyecto oficial de recortar elecciones de medio termino e imponer la cláusula de gobernabilidad que, en términos reales significaría acabar con la representación proporcional de los votos y volver a sistemas mayoritarios pre democráticos de hace 120 años. También rechazan reglamentar la protesta.
Entonces, aparecen las preguntas que nadie puede responder: ¿hasta qué punto es legítima una constitución aprobada únicamente con votos del oficialismo? Esto que está sucediendo en nuestra Provincia con paro docente por tiempo indeterminado en paralelo a un proceso constituyente, ¿encuadra en el eslogan oficial archi-repetido de dialogo y convivencia democrática pacífica? ¿estamos dialogando o estamos imponiendo? ¿es válido que constituyentes votados por 191.919 votos, esto es el 32,70% del padrón, tengan bancas suficientes para aprobar ellos solos una nueva constitución sin consenso con otros sectores políticos?
La Convención Constituyente de 1986 sesionó durante casi un año, con la participación y consenso de cuatro partidos políticos que representaban al 83% de los votos del padrón. Un abismo nos separa de aquella época. Sólo con el tiempo sabremos si la democracia se fortalece o se empobrece.
*Escritor (San Salvador de Jujuy, 1987). Publicó tres novelas, en 2019 ganó el concurso provincial de literatura,autordel ensayo académico "El piso electoral en Jujuy: ¿antidemocrático? ¿inconstitucional?" (Tiraxi Ediciones, FHYCS, 2021). Es profesor de Teoría política y Derecho público en la Facultad de Ciencias Económicas (UNJU). Abogado (cuadro de honor 2011, Universidad Nacional de Córdoba).
