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Hay 660 familias evacuadas y 11 desaparecidos
Sao Paulo - Suman 24 personas muertas, entre ellas ocho niños, por las fuertes lluvias que azotan el estado de Sao Paulo, Brasil, desde el viernes pasado, informó ayer Defensa Civil. El mal clima ha dejado a unas 660 familias sin hogar o desplazadas, siete heridos y 11 desaparecidos, citó O Globo .
La dependencia citó que las lluvias también provocaron inundaciones, caídas de árboles y muros, derrumbes y cierres totales o parciales de vías. Las inundaciones y deslizamientos de tierra han causado la muerte de al menos 21 personas desde el viernes. Cerca de 500.000 familias han tenido que abandonar sus hogares y cientos quedaron sin hogar por la destrucción.
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Las autoridades han desplegado un grupo de trabajo de bomberos, policía militar y personal de defensa civil para ayudar a las ciudades más afectadas. Muchos buscan sobrevivientes entre los escombros.
De acuerdo con el informe una muerte se produjo en Arujá, tres en Embu das Artes, tres más en Itapevi, Ribeirão Preto y Jaú. Hay cinco personas muertas en Várzea Paulista, ocho en Franco da Rocha y cuatro más en Francisco Morato. Una de las víctimas es un bebé de tres meses que fue rescatado después de un deslizamiento de tierra en Itapevi, en el Gran Sao Paulo.
En Várzea Paulista, cinco personas de una misma familia murieron después de que su casa fuera derribada por un deslizamiento de tierra. Estaban en la misma habitación al momento del accidente, según la Defensa Civil. Asimismo en Itapevi se confirmó ayer por la mañana la muerte de un bebé de cuatro meses; el Cuerpo de Bomberos logró rescatar a la madre de 27 años, quien se encuentra recibiendo atención médica.
En Jaú, un hombre de 61 años, se ahogó después de que la lluvia invadiera su casa. Arujá, en el Gran Sao Paulo, un hombre de 59 años murió luego de que su automóvil se sumergiera durante la tormenta. En Ribeirão Preto, un hombre de 57 años murió el viernes tras ahogarse en la inundación.
El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, sobrevoló las zonas afectadas en la víspera y anunció la liberación de 15 millones de reales (casi 3 millones de dólares) para ayudar a las zonas afectadas.
Las tormentas suelen ser habituales durante el verano austral brasileño, es decir, entre los meses de diciembre y marzo, aunque en los últimos años se han intensificado. Además, otros estados brasileños se han visto fuertemente afectados por temporales de lluvias torrenciales.
