El ingenio y las ganas de crecer permitió a cuatro jóvenes generar una empresa exitosa

El deseo de iniciar un negocio juntos y la pandemia de Covid 19 a los pocos meses de comenzar su aventura emprendedora, llevó a cuatro amigos de comprar y tostar granos de café para vender a familias y amigos, a diversificarse en poco más de un año y medio hacia la venta de café en varias provincias, construir máquinas tostadoras de café, distribuir máquinas de café expresso y asociarse con una empresa para realizar trabajos de flexografía (técnica de impresión de alta velocidad que utiliza una placa flexible con relieve) en bolsas especiales para envasado de café y otros productos que hoy exportan. La historia pertenece a Nicolás Alejandro Chañi, Víctor Jairo Manuel Loaiza y Guillermo Loza, amigos desde los 11 años de edad (se conocieron mientras estudiaban en el Colegio Santa Teresita y aprendían inglés en un conocido instituto de esta ciudad), y su socio Daniel Wierna, docente de la UNSa, que aportó sus conocimientos para la automatización de la maquinaria que fabrican.

Nicolás Chañi, uno de los fundadores de la joven empresa denominada "Krass" (significa el mañana, el futuro), en diálogo con Pregón recordó que en febrero de 2020 comenzaron en Córdoba, donde estudian, con 30 mil pesos y la idea de abrir una cafetería, proyecto que no pudieron hacer realidad por falta de dinero. Sin rendirse diseñaron una tostadora de café, sabiendo que no se fabricaban en Argentina, aprovechando los conocimientos de Nicolás como estudiante de Ingeniería Mecánica y de la Lic. en Cs. de la Computación. "Era una forma rápida de salid al mercado y recuperar la plata invertida, empezamos tostando medio kilo, todo muy artesanal, con una garrafa", señaló. Al poco tiempo se asociaron con Daniel, que aportó conocimientos de automatización y eso les permitió sumar más producción durante la cuarentena, pasando a vender cerca de 250 kilos de café al mes. En un año y medio pasaron a ser proveedores en Córdoba, Buenos Aires, Salta y Jujuy, aumentando su volumen a 300 kilos al mes, cifra que está en expansión. En Jujuy, su café especialidad puede beberse en conocidas cafeterías de San Salvador, Yala, Maimará y Purmamarca.

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"Poco a poco nos fuimos haciendo más espalda, armando un modelo de negocios para fabricar las tostadoras, comprar maquinaria, aplicar nuevas tecnologías y ahora estamos tratando de adquirir tecnologías descentralizadas, como el caso de las criptomonedas, aplicándolas para certificados de autentificación para crear vales de café", anticipó al hablar sobre sus proyectos. Además, en octubre inaugurarán su propia cafetería en esta ciudad, donde ofrecerán un catálogo de café especialidad que incluye productos de Colombia, Etiopía, Brasil, Bolivia y Ecuador.

"Encontramos la oportunidad en medio de la crisis y no nos quedamos en lo logrado, aprovechamos cada oportunidad, aprendimos sobre la marcha, así vimos crecer nuestra empresa ingeniándonos a cada paso", expresó orgulloso. Actualmente tienen oficina central en Córdoba, desde donde atienden la demanda de distribución a lugares como la ciudad de Córdoba, Río Tercero, CABA, San Salvador de Jujuy y Salta, entre otros lugares. Para conocer más sobre su historia pueden comunicarse por Instagram a: krasscoffe o por e mail: [email protected]