Ayer alrededor de las 10.30 falleció el escritor Ernesto Aguirre, como consecuencia de un paro cardíaco. El escritor jujeño por esos momentos se encontraba en la secretaría de Cultura de la Provincia, donde estaba por unas cuestiones relacionadas a su profesión literaria.
El autor de Café de la luz, había sido elegido para representar a los escritores jujeños en el Día de Jujuy, el 2 de mayo próximo en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires.
Su deceso, sorprendió a todos y provocó un hondo pesar en el ambiente literario local y en todas aquellas personas de la cultura jujeña que mantenían una estrecha relación de amistad con él.
Fue a la secretaría de Cultura, tenía un cheque para cobrar de un premio que le había otorgado la secretaría, por el que venía peleando hace tiempo, y parece que hoy (por ayer), estaba el cheque para cobrarlo y le vino un paro cardíaco en la oficina de la secretaría, y falleció alrededor de las 10.30, relató su amigo y editor Orlando Agüero (junto a Juan Martín Otero), sobre lo sucedido ayer.
De Aguirre está en imprenta su último libro titulado La bragueta del almirante, pero como parece que falta pagar algunas deudas de la gestión anterior, lo tienen de rehén a la publicación y no lo entregan, aseguró Agüero.
De la saga La familia gallo hay otro libro que lo estábamos preparando, además queda una obra inédita de él, aseguró.
Ernesto Aguirre deja un gran vacío, ayer (por el lunes) estuvimos tomando un café en la confitería Mayans, se lo veía bien, estaba de buen {animo, había ido al médico hace pocos días, le habían tomado la presión estaba bárbaro, eso sí, había tenido unos mareos y el hijo lo llevó al médico, el médico le tomó la presión y por primera vez en varios años su presión estaba correcta. Le hicieron hacer un electro cardiograma y estaba correcto, no sé, le habrá matado la emoción de cobrar el cheque (lo dijo en un tono sonriente a pesar de la sucedido).
Ernesto Aguirre tenía 62 años de edad e iba a cumplir 63 en junio, vivía en el barrio Ciudad de Nieva y últimamente se dedicaba a la caza y a la pesca, relató su amigo Orlando. Luego, confesó que económicamente estaba muy mal, no tenía nada, se suponía que le habían habilitado unas horas capacitación de su Aula de poesías en el ministerio de Educación, pero eso estaba a punto de salir, estaba sin nada, afirmó.
Luego relató que Máximiliano Chedresse, coordinador de Artes e Industrias Culturales de Jujuy, le había manifestado su intención de llevarlo a la Feria del Libro donde iba a presentar uno de sus libros.
Sus tres últimas publicaciones fueron Familia Gallo, obra poética Tomo I, Urbano Gallo, y La bragueta del almirante.