El Tesoro frente al mercado: señales y resultados de una prueba clave

El Gobierno buscó dar una señal de seguridad con la licitación del Bonar 29.

Buenos Aires, 14 diciembre (NA)-- El evento más relevante de la agenda financiera de las últimas dos semanas fue la colocación de deuda en moneda extranjera por parte del Tesoro, por primera vez en ocho años. El Tesoro licitó un bono en moneda extranjera bajo ley local con vencimiento en noviembre de 2029, con una tasa cupón del 6,5% TNA y pagos semestrales en mayo y noviembre. Adjudicó US$ 910 millones efectivos -US$ 1.000 millones nominales- a un 9,26% TNA (9,47% TEA).

“Es la primera vez en 8 años que la argentina consigue financiamiento para hacer frente a los pagos de capital en moneda extranjera, ventana que se cerró a partir de la fracasada experiencia del mismo Caputo en la gestión de Macri”, señaló un documento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), al que tuvo acceso la Agencia Noticias Argentinas.

Tras la licitación, el Ministerio de Economía destacó que “luego de casi 8 años de ausencia en los mercados de financiamiento en moneda extranjera, el Tesoro colocó 1.000 millones de un nuevo bono a 4 años, con cupón del 6,5%, bajo legislación argentina. Se recibieron un total de ofertas por más de 1.400 millones, de un total de más de 2500 inversores”.

“El rendimiento al precio de corte resultó en una tasa anual de 9,26%, equivalente con un diferencial de 550 puntos básicos por encima de los bonos del Tesoro Americano de igual duración, o unos 100 puntos básicos por debajo del rendimiento de los bonos existentes con duración similar”, agregó. Aseguró que “esto refleja el valor asignado a la estructura de mercado, con amortización íntegra al vencimiento y una demostrada confianza de los inversores en las mejoras de ‘fundamentals’ económicos” y detalló que “el resultado de esta colocación será utilizado para el pago de la amortización de los Bonares 2029 y 2030 el próximo 9 de enero”.

En la misma línea, Eric Ritondale, economista jefe de PUENTE, señaló que “la emisión es un hito importante porque marca el regreso del financiamiento en dólares para el soberano a través de mecanismos de mercado convencionales”.

EL GOBIERNO BUSCÓ DAR UNA SEÑAL DE SEGURIDAD Más allá del resultado, la licitación del nuevo Bonar 2029 no sólo cumplió una función de refinanciamiento, la intención era dejar una buena foto de cara a futuras licitaciones (especialmente en ley extranjera). Con ese fin, mediante dos comunicaciones del BCRA, permitió a las aseguradoras endeudarse en el mercado de caución y eximió la restricción cruzada siempre y cuando esas divisas sean colocadas en la licitación.

Desde Max Capital señalaron que “estos cambios regulatorios aumentan los incentivos a participar, convalidando rendimientos más bajos en la licitación para aprovechar arbitrajes entre mercados”.

Según el análisis de CEPA, la idea era “que un buen resultado permita anclar expectativas para el refinanciamiento de la totalidad de los vencimientos de enero (USD 4.200 millones) y reforzar la postura oficialista de que no es necesario acumular reservas para que caiga el riesgo país”.

Sin embargo, al momento de analizar el resultado concreto de la operación, el balance es más matizado.

“La tasa de corte estuvo por encima del objetivo de Caputo e incluso por encima del rendimiento del bono con mayor similitud en el mercado secundario, el AL29 llegó a cotizar a 9,0% TNA durante la rueda de la licitación (ya que los rumores eran muy optimistas). Para alcanzar esta tasa aceptó sólo el 70% de las ofertas, dejando afuera de la licitación USD 395 millones de inversores que pedían tasas mayores”, agregó.

De este modo, “los resultados indican que el camino al rollover será más lento del que querían imponer desde el gobierno y la discusión de la causalidad entre acumulación y acceso al mercado no está sellada en favor de la postura oficial”.

CÓMO PODRÍA EVOLUCIONAR LA ESTRATEGIA DE FINANCIAMIENTO La tasa a la que se endeuda el Tesoro depende de la tasa libre de riesgo (Estados Unidos) más un diferencial (riesgo país). En base a las proyecciones de la Reserva Federal publicadas este 10 de diciembre, se espera que la tasa libre de riesgo baje medio punto porcentual hasta finales de 2026.

CEPA indicó que “este escenario es favorable para la expectativa de rollover del Gobierno, ya que los ciclos de baja de tasas permiten no sólo mejores tasas sino también mayores flujos de capitales para los denominados mercados emergentes”. Además, cuando comparamos el riesgo país actual de 600 puntos con el resto de la región se observa que la mayoría se encuentra por debajo de los 400 puntos, con Chile y Uruguay encabezando la lista en la zona de los 100 puntos. “La particularidad es que ningún país se encuentra entre los 400 y 600 puntos, dando lugar a la sospecha de que un rendimiento cercano al 9,0% para un bono soberano que es altamente probable que se pague luce demasiado atractivo como para mantenerse en esos rendimientos, mientras que la misma TIR para un bono que muestra mayores dificultades de pago luce muy baja para que tenga demanda y se acerca más a la zona de los 700 puntos”.

Si el equipo económico logra anclar las expectativas de pago en base a buenas licitaciones o un programa sólido de acumulación de reservas en el BCRA, es lógico pensar que el mercado puede considerar muy alto un riesgo país de 600 puntos (bonos rindiendo aproximadamente 9%) para un país que tiene capacidad de pago, por lo que la compresión hacia la zona de los 400 puntos podría darse en un período relativamente corto (bonos rindiendo 7% a este nivel de tasa libre de riesgo). #AgenciaNA.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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