El peronismo es un conglomerado de indigentes intelectuales

Grabois es, probablemente, el más tonto de los políticos argentinos. Kicillof despilfarra y la Legislatura de Chocolate Rigau, autoriza endeudar a la provincia.

Buenos Aires 7 diciembre (NA)-- El acto de jura de los nuevos diputados dejo dos sensaciones. La primera es buena ya que el peronismo perdió la primera minoría que ostentaba hace muchísimo tiempo. Buena parte de la decadencia argentina se debe a que el peronismo haya podido tener mayoría en el Congreso tanto tiempo y es muy bueno que no la tenga más.

La otra sensación es comprobar, una vez más, el paupérrimo nivel de muchos de los diputados. Muchos diputados aprovechan su momento en la jura para mostrar su bajo nivel intelectual y tirar abajo un acto que por muchos años tenía una lógica solemnidad. La política vive un momento malo en muchos lugares del mundo, pero el papelón de la jura de los diputados argentinos supera todo lo visto.

La cantidad de diputados vestidos con camisetas, los enfrentamientos verbales con la tribuna de invitados, las juras estrafalarias son postales de una decadencia muy profunda. Por supuesto, los peronistas y la izquierda son los que más bajo caen, aunque el bloque de La Libertad Avanza también tiene exponentes que dan mucha vergüenza ajena La diputada antisemita Romina del Plá juro por el derecho del pueblo palestino a existir, desde el rio hasta el mar.

Básicamente juró pidiendo que desaparezca el Estado de Israel. La peronista Lucia Cámpora mostró que siempre se puede ser más impresentable y juró por la memoria de Néstor, los treinta mil y la libertad de Cristina. Por supuesto, muchos peronistas juraron pidiendo la libertad de Cristina. El peronismo se ha convertido en un conglomerado de indigentes intelectuales que se dedican a pedir la libertad de condenados por corrupción.

La frutilla de la torta la puso el inenarrable Juan Grabois haciendo con su mano algo parecido al saludo nazi que el explicó que es una apelación a la serie Los juegos del hambre. Nadie pide estadistas en la cámara de diputados. Bastaría con que pasen desapercibidos y no muestren su bajísimo nivel en esos actos. Grabois es, problamente, el más tonto de los políticos argentinos y es notable su tendencia a quedar en ridículo. El peronismo no genera dirigentes interesantes hace años y Grabois es la prueba.

Los defensores del pobrismo que le gustaban a Bergoglio que, insólitamente, le dio un cargo en el Vaticano. Lo mejor para los pobres es que dejen de ser pobres. Esta gente crea estructuras alrededor de los pobres y no pueden evitar la corrupción que surge de esas estructuras. Muchos dirigentes se dejaron influir por ese discurso. Larreta había nombrado como ministra a María Migliore que era discípula de Grabois.

El nivel de la política es cada vez mas bajo. La espantosa legislatura de la provincia de Buenos Aires le aprobó a KiciIllof la capacidad de endeudarse. Kiciillof no hizo ningún ajuste y despilfarra dinero y la legislatura, que genera individuos como Chocolate Rigau, autoriza endeudar más a la provincia con el voto de todas las bancadas. Lo consigue repartiendo cargos y dinero. Ningún ciudadano notará mejoras sustanciales por ese endeudamiento.

Es la política jugando a tener más dinero para seguir viviendo de la política mientras los ciudadanos están más endeudados. El divorcio de la política y los ciudadanos es total. Los políticos dejaron de tener en cuenta los ciudadanos.

Especial para la Agencia Noticias Argentinas.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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