El actor se mostró entusiasmado con el proceso creativo y reflexionó sobre las emociones que activan tanto la obra como su propia experiencia personal.
Buenos Aires, 1° diciembre (NA) – En exclusiva con la Agencia Noticias Argentinas, Fabián Vena analizó el estreno próximo de El divorcio del año, la dinámica del elenco, la mirada contemporánea sobre los vínculos y la filosofía que lo guía como intérprete.
El actor, que se prepara para un debut de alto perfil, se mostró entusiasmado con el proceso creativo y reflexionó sobre las emociones que activan tanto la obra como su propia experiencia personal.
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Vena aseguró que el equipo atraviesa un momento de altísima concentración y energía: “Estamos muy entusiasmados, muy concentrados desde el primer momento. Tenemos un elencazo, un director y unos autores que ya vienen probadamente haciendo cosas que realmente resalten en la cartelera”, afirmó.
Con humor, señaló que siempre teme ser el eslabón que corte una racha de éxitos: “Ojalá aquí no sea la excepción, porque uno siempre tiene miedo de ser el que corta el chorro. Le pasó con Alfredo. Trabajé con Alcón y dije: ‘No, este año la crisis’. Y le dije: ‘Alfredo, por favor, no quiero pasar a la historia como que soy el que te mete en una situación de fracaso’”.
Vena destacó también la labor de todo el elenco y elogió puntualmente a Rochi: “Te va a sorprender mucho, mucho te va a sorprender”.
El actor celebró el ritmo del trabajo: “Estamos a un mes y ya tenemos una pasada completa. Imaginate el nivel de trabajo con el que estamos laburando”.
Por otro lado, en la misma linea resaltó la conducción de Muscari: “La bajada la tiene José, que no solamente tiene tanta experiencia, sino que además trabaja de una manera muy precisa, muy exigente, y que después termina dando resultados”.
Además de hablar de la obra, Vena fue consultado sobre si sus separaciones fueron pie para poder encabezar la obra, a lo que comentó que hace tres años viene representando a un profesor de filosofía en otro espectáculo: “Te digo, no todos somos profesores, pero sí todos hemos sido alumnos”.
Asimismo, trazó una analogía entre el aprendizaje y las relaciones amorosas: “No solamente la separación siempre tiene mala prensa, sino que forma parte de un mismo vínculo. Yo no sé si la continuidad es un valor. Sí sé que sentirse bien, sentirse acompañado, ser feliz en un vínculo de pareja es mucho mejor que mantener una continuidad”.
El actor afirmó que prácticamente todas las personas atraviesan separaciones en algún momento: “Si tirás una encuesta de quién no se separó, no va a aparecer nadie”.
Sobre el trabajo emocional del intérprete, sostuvo: “Todo lo que tenga que ver con nuestro laburo en términos de generar imágenes emocionales tiene que ver con nuestra propia historia. Todos tenemos registros de nuestras separaciones. Es a lo que, en definitiva, terminás recurriendo a la hora de hacer un personaje con verdad”.
“QUIERO LA ENTRADA, QUIERO EL POSTRE, NO ME DEJEN NADA AFUERA” Al ser consultado sobre el enfoque actual de las relaciones, las redes y los nuevos lenguajes afectivos, Vena aseguró que todo formará parte de la obra: “Seguro que vivimos una era distinta, pero también imagino que no deja de ser una obra de teatro. Va a estar toda la ensalada”.
Como espectador, Vena se exige totalidad: “Si yo voy a ver una obra que se llama El divorcio del año, mamá, quiero toda la ensalada completa. Quiero la entrada, quiero el postre, no me dejen nada afuera”.
El actor explicó que el espectáculo incluirá tanto la actualidad emocional como los vínculos familiares: “Todo lo que vos decías recién, la nueva etapa, las redes, la manera de comunicarse, las valorizaciones de hoy, va a estar ahí, pero también el vínculo amoroso, los hijos. Eso tiene que ver con Rochi, que es nuestra hija en la obra”.
En tanto, agregó una reflexión sobre la identificación del público: “Todos los que estamos en el escenario somos padres, pero podríamos no serlo. ¿Qué pasa? Hemos sido hijos. El espectador va a ser hijo, va a ser padre, va a ser divorciado, va a ser aquel que quiere recuperar la pareja o el que mira al lado y dice ‘mirá el quilombo que está pasando acá, mi amor’, o el que charla después de ver la obra”.
“EL TEATRO GENERA PREGUNTAS, SI QUERÉS MANDAR UN MENSAJE, HACÉ UN TELEGRAMA” Vena compartió una enseñanza que guía su forma de trabajar: “Decía un gran maestro ruso: si vos querés mandar un mensaje en el teatro, hacé un telegrama. Si hay un mensaje en el teatro, no está bien hecho”.
“El teatro genera preguntas. Si la obra es buena y el tema revolotea la milanesa, es porque todavía estás charlando respecto. La respuesta es individual, porque cada uno se come el viaje. Ahora quédense tranquilos que los vamos a llenar el culo de preguntas”, manifestó el actor.
Finalmente, el intérprete habló sobre el desafío actoral: “Si no hay desafío, no venimos. Si no es un partido que podemos perder, empatar con cancha de barro y salir a ganarlo, no venimos”.
“Todo lo que tiene que ver con la construcción del teatro, la movilización que significa, la repetición de muchísimas funciones, si eso no está ligado al placer, a la vocación, al crecimiento, se vuelve una tortura”, detalló.
Por último, cerró con una definición personal: “Siempre es un gran riesgo, y en mi caso cada vez que sumo un rol es porque si hay riesgo, ahí me meto. Si no, ¿dónde está el sentido y el criterio de crecimiento en la profesión?”.
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FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS