Industria del juicio: un fallo laboral por $200 millones pone a Piegari al borde del cierre

Alberto Chinkies, propietario del emblemático restaurante, explicó que se trata de un empleado despedido porque abandonó su trabajo para poner un emprendimiento

Buenos Aires, 27 noviembre (NA) – El propietario del reconocido restaurante Piegari, Alberto Chinkies, advirtió hoy que la empresa se encuentra al borde de cerrar sus puertas debido a un juicio laboral por el despido de un empleado en 2020 al que, según un fallo de la Justicia del Trabajo, la firma debe pagarle 200 millones de pesos.

El empresario gastronómico señaló que la jueza del fuero laboral Lucrecia Pedrini condenó a Piegari por el despido durante la pandemia de un empleado que hizo abandono de su trabajo para poner un emprendimiento propio, según describió Chinkies al programa “Esta mañana” de Radio Rivadavia.

Según supo la Agencia Noticias Argentinas, el fallo otorgó al empleado una compensación mayor a la que él mismo había reclamado, abultando significativamente la cifra final. La jueza dispuso además “congelar” las cuentas bancarias de la empresa, lo que pone en riesgo el pago de sueldos y los compromisos con los proveedores.

Chinkies puntualizó que en 2020, en plena cuarentena impuesta por el gobierno de Alberto Fernández, Piegari, al igual que todos los restaurantes, se vio obligado a cerrar, pero cuando se permitió la modalidad de takeaway y delivery, convocó a sus empleados para retomar la actividad.

Según detalló, el trabajador en cuestión, un mozo con 25 años de antigüedad y considerado por la firma un "buen empleado", fue llamado para sumarse a las entregas, pero nunca concurrió.

Chinkies explicó que este trabajador, al igual que otros en diversas actividades durante la pandemia, había "armado una pequeña empresita en su casa", vendiendo pollos, y le manifestó que no quería trabajar porque "vendiendo lo que vendía ganaba igual o más, y además, cobraba el sueldo del restaurante".

El restaurante le envió cartas documento en mayo y julio solicitando su reincorporación, pero el empleado no había informado que cambió de domicilio, lo que dificultó las comunicaciones formales, y ante su reiterada ausencia, la empresa lo despidió por abandono de trabajo, una causa prevista en la ley laboral.

El empleado, por su parte, se dio por despedido debido a la falta de pago de su sueldo, y Chinkies reconoció que, pese a contar con el apoyo del programa ATP del Gobierno "puede ser que haya habido atrasos en el pago, pero en el marco de un momento de epidemia y en un momento de crisis absoluta".

El empresario, confirmó que el fallo fue apelado ante la Cámara Nacional de Trabajo, que deberá expedirse sobre el tema, pero recalcó que “la jueza Pedrini no analiza dónde” estaba parada la empresa en ese momento y no tuvo en cuenta que el restaurante “estuvo pagando salarios incluso cuando estaba completamente cerrado”.

#AgenciaNA

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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