La actriz reveló que salió adelante gracias a la maternidad, después de haber dejado la adicción a las anfetaminas.
La actriz Nazarena Vélez rememoró el difícil momento que atravesó cuando fue adicta a las anfetaminas, sostuvo: “Si no tenía a mis hijos, quizás no estaba viva” y ratificó su agradecimiento al fallecido conductor icónico, Gerardo Sofovich, a quién le adjudicó sus primeros trabajos.
Desde finales de los años ‘90 y hasta 2019, Vélez luchó contra la adicción a las pastillas, incluso, ella misma había contado que sufrió un preinfarto por sobredosis y la combinación de distintas sustancias, pero hoy lo mira en retrospectiva.
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“Me acuerdo de todo, de mis momentos de sombras, fue una época dura porque en un punto siempre fui muy consciente. Soy mamá desde los 19 y siempre fui una buena mamá, no me podía hacer mucho la loca. Si no tenía a mis hijos, quizás no estaría viva”, contó la intérprete.
Al referirse a su propia voluntad y con 51 años, la artista se mira con más amabilidad: “Ya no me insulto porque hice lo que pude. Empecé a los 14 en este medio y no soy hija, ni sobrina, de nadie. Me debo la carrera a mí, la forma en que me reinventé y produje mi carrera”.
“También a muchas personas que fueron muy generosas conmigo. A Gerardo -Sofovich- lo amo, creyó en mí en televisión y en teatro, su única comedia musical la escribió para mí, a Gerardo le debo un montón”, añadió en línea.
“Mis hijos me hicieron reproches. Principalmente, a Titi -Thiago Rodríguez- que no le gustaron ciertas fotos. El Chino -Gonzalo Agostini- y Barbi -Vélez- fueron mucho más compasivos y también vivieron que mamá estaba laburando, incluso me acompañaban a las fotos”, reveló Vélez.
“Muchas veces me dicen que soy fuerte y contesto que no, la mamá lo es, mi parte materna. La veía a Barby a sus tres años y yo estaba en una relación caótica, entonces me preguntaba qué estaba haciendo”, contó con notable emoción.
Respecto a su hijo del medio, explicó que quedó en medio de su disputa con Daniel Agostini: “El Chino se ligó una fea que fue mi pelea con el padre, descarnada y nos llegamos a odiar un montón. Todo el amor que nos tuvimos, se convirtió en una guerra y mi hijo estaba en el medio, con seis años. Mis hijos son muy amorosos y los crié con mucho”.
“La base de mi vida está dentro de mi familia, mis hermanos, madre y padre. Mis padres son una fuerza porque perdieron una hija, siempre miraron para adelante y me apoyaron, hasta en la época de las anfetaminas como si yo tuviera diez años y tenía 30”, concluyó la intérprete.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS