De US$560 a US$60: Felipe Miguel, el funcionario que blindó el curro millonario de los bolardos

El detrás de estas “balas de metal” que comenzaron a colocarse masivamente en 2017.

El 24 de julio de 2023, en plena gestión de Horacio Rodríguez Larreta, el entonces jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, sorprendió con un mensaje en redes sociales: “El color de los bolardos en el Casco Histórico de CABA es por las vacaciones de invierno. Luego volverán a su color original”. La aclaración, destinada a calmar críticas por la insólita pintura multicolor de estas estructuras metálicas, terminó abriendo la puerta a un debate mucho más profundo: el negocio millonario de los bolardos en la Ciudad de Buenos Aires.

UNA HISTORIA QUE ARRANCA EN 2017 El primer capítulo de la saga se escribió en 2017, cuando comenzaron a colocarse masivamente estas “balas de metal” en veredas peatonalizadas. Ese año, según documentos oficiales, se instalaron más de 5.000 bolardos en diferentes puntos de la Capital. El costo: $8.400 por unidad, con un dólar a $15, equivalentes a US$560 cada uno.

Lejos de ser una inversión aislada, el plan se replicó con licitaciones sucesivas y cambios de diseño. Lo llamativo es que, apenas cinco años después, muchos de esos bolardos fueron reemplazados por otros modelos, a través de nuevas contrataciones millonarias.

2023: LOS BOLARDOS DE LOS $90.000 En 2023, Tiempo Argentino reveló que cada bolardo ya alcanzaba los $90.000, un salto que en dólares, con la cotización oficial de ese momento ($290), representaba alrededor de US$310 por unidad.

Las explicaciones del Ejecutivo porteño apuntaban al “bajo mantenimiento” y a la “fortaleza” de los materiales, pero lo que no se informó fue el costo de la pintura ni los detalles de los contratos asociados. La Ciudad encuadró esas intervenciones en el llamado Plan de Renovación del Casco Histórico, sin una licitación general sino fragmentada en múltiples contrataciones que sumaron cientos de millones de pesos.

Un ejemplo: en 2021, el proyecto “Entorno Mercado” en San Telmo contempló bolardos, planteras y obras de paisajismo por $159.844.741,24. En febrero de 2023, otra licitación modificó bolardos por modelos triangulares “tipo INDUPAG” en apenas dos cuadras de la calle Bolívar por * más de $700.000.

2025: LA MIRADA EN DÓLARES Al valor del dólar actual —$1.480—, los $90.000 de 2023 equivalen a apenas US\$60 por unidad. Es decir: mientras en 2017 la Ciudad pagaba US$560 por bolardo, en 2023 el gasto se reducía a US$310, y hoy ese mismo precio en pesos representa menos de una décima parte en moneda dura.

La comparación expone la paradoja: el negocio fue siempre en pesos para las empresas proveedoras, que cobraron cifras crecientes en moneda local gracias a la continuidad de licitaciones y reemplazos innecesarios, mientras en dólares el costo real se desplomaba.

EMPRESAS BENEFICIADAS Y VÍNCULOS POLÍTICOS Los contratos se repiten con nombres conocidos: Vidogar Construcciones SA, Da Fré Obras Civiles, Salvatori, Altote, Dal Construcciones y Cunumi. Todas fueron adjudicatarias de decenas de millones de pesos en obras de veredas y peatonalizaciones.

Algunas de estas compañías aparecen vinculadas a aportes de campaña al PRO, como Altote S.A., cuyo titular Eduardo Bartolomé Otero aportó $125.000 en 2015 y años más tarde ganó contratos para colocar bolardos en distintas comunas.

En este entramado, Felipe Miguel aparece como la cara visible del gasto. No fue un funcionario técnico de obras públicas, pero sí el que salió a dar explicaciones por Twitter sobre los colores de los bolardos, mientras evitaba hablar de temas estructurales como la falta de vacantes en las escuelas o la crisis del subte.

En 2020 ya había quedado golpeado por el escándalo de los barbijos a $3.000, con funcionarios de su riñón involucrados en contrataciones directas y denuncias penales. En 2024, su nombre volvió a sonar con el contrato de las grúas, preadjudicado horas antes de que dejara el gobierno Larreta. Y ahora, los bolardos agregan otro capítulo a la lista de gastos polémicos bajo su órbita política.

La discusión sobre los bolardos excede al color de la pintura o al tipo de material. Revela cómo la obra pública porteña se convirtió en un mecanismo de transferencia millonaria a un puñado de empresas amigas, con licitaciones fragmentadas y gastos difíciles de justificar.

Felipe Miguel, la mano derecha de Larreta durante ocho años, eligió dar explicaciones triviales mientras el dinero público se destinaba a bolardos de US$560 en 2017, US$310 en 2023 y apenas US$60 al valor actual. Un derrotero que desnuda, más que una política urbana, un modelo de negocios con el espacio público como excusa.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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