Los audios que rompieron el blindaje: cadena nacional, ANDIS, coimas y la sombra de Suizo Argentina

Audios de exfuncionario revelan escándalo de corrupción en ANDIS. Acusan a Suizo Argentina de coimas y apuntan al entorno presidencial. Milei no habló del tema.

Detrás de la voz de Diego Spagnuolo no hay un funcionario caído en desgracia: hay un engranaje aceitado. Contratos direccionados, sobornos implícitos, una droguería que multiplicó sus negocios de forma exponencial y nombres que orbitan в el corazón del poder: Karina Milei, “Lule” Menem y la caja negra del Estado.

LA VOZ QUE NO SE PUDO TAPAR Los audios de Diego Spagnuolo, exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), dejaron de ser chisme para transformarse en radiografía. Lo que se escucha no es un exabrupto: es la confesión involuntaria de un engranaje que conecta a una empresa -Suizo Argentina- con los escritorios más blindados de la Casa Rosada.

“Me están desfalcando la ANDIS, me arman los contratos a dedo y me obligan a firmar cosas que son un choreo” — Diego Spagnuolo.

Según un peritaje privado realizado por la firma BlackVOX, los audios son auténticos: la voz es la de Spagnuolo. El hombre que hasta hace poco era visitante frecuente de Olivos -38 veces en menos de dos años- terminó echado por decreto. Pero el fuego ya estaba prendido.

EL SALTO OBSCENO DE SUIZO ARGENTINA Los números hablan solos: en 2024, Suizo Argentina facturó con el Estado unos $3.898 millones. En lo que va de 2025, el monto trepó a $108.299 millones. Crecimiento del 2678%, muy por encima de la inflación acumulada.

“La Suizo se lleva todo… pasamos de contratos chicos a cifras de locos, y nadie les compite porque el pliego ya está armado para ellos” — Diego Spagnuolo.

No es un caso aislado: en al menos nueve provincias -Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Mendoza, entre otras- la droguería sumó contratos por casi $46.500 millones. El patrón se repite: licitaciones diseñadas a medida, compras directas, competencia escasa o nula.

LA TRAMA DE LOS RETORNOS En los audios, Spagnuolo describe un sistema brutal en su simpleza: proveedores obligados a pagar hasta un 8% de “retorno” para operar con el Estado.

“Antes pedían el 5%, ahora directamente la Suizo te llama y te dice: ‘es 8%, si no, no hay contrato’” — Diego Spagnuolo.

Ese dinero -según el exfuncionario- no quedaba en los pasillos de ANDIS. Subía. Y en la ruta aparecen nombres pesados: Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem, funcionarios que deciden qué contrato se firma y qué empresa gana. Un engranaje que no termina en discapacidad: se menciona al PAMI, ministerios y otras dependencias donde Suizo Argentina también multiplicó contratos.

LOS TESTIGOS QUE SUMAN PÓLVORA Fernando Cerimedo, consultor cercano al oficialismo, declaró ante la Justicia que Spagnuolo le habló reiteradamente de estas maniobras. Dijo que lo escuchó hablar de retornos, de coimas, y de que “parte de ese dinero iba a la Secretaría General de la Presidencia”. No es un opositor hablando: es un testigo con acceso, que ahora declaró bajo juramento.

LA REACCIÓN OFICIAL El Gobierno buscó desmarcarse rápido: removió a Spagnuolo, nombró un interventor en ANDIS y Milei declaró que todo es “mentira” y que lo van a llevar a la Justicia. Pero la medida suena más a control de daños que a transparencia.

“Yo no puedo creer este Lule Menem… maneja todo desde las sombras, nadie firma sin que él lo apruebe” — Diego Spagnuolo.

En paralelo, la oposición exige auditorías de la Auditoría General de la Nación y de los organismos provinciales. El reclamo es concreto: abrir todos los contratos con Suizo Argentina.

EL ECO EN LA CALLE Y EN LAS REDES En X/Twitter, el tema no se apaga: hashtags como #AudiosSpagnuolo, #SuizoArgentina y #MileiCorrupción se mantienen en tendencia. El ruido es transversal: militantes opositores, usuarios desencantados y hasta votantes libertarios que empiezan a preguntarse si el discurso de “cortar con la casta” no era apenas un espejismo.

LA HERIDA QUE NO CIERRA Este escándalo no es técnico, es político. No es un expediente gris en un tribunal: es la quiebra de la promesa central del mileísmo. Porque mientras en los barrios hay padres que no saben si mañana tendrán medicamentos para sus hijos con discapacidad, las planillas oficiales muestran que una empresa multiplicó sus ganancias gracias al Estado.

“Yo no me quiero ensuciar con esto, pero me aprietan desde arriba… si no firmo, me voltean” — Diego Spagnuolo.

Si los audios se confirman en tribunales, la historia hablará de un sistema de sobreprecios y retornos que manchó al gobierno que juró “no tranzar nunca con la casta”. Y si no se confirma, la sospecha ya quedó sembrada: la credibilidad, ese recurso no renovable, ya empezó a escurrirse como arena entre los dedos.

CADENA NACIONAL Y EL GRAN SILENCIO PRESIDENCIAL Javier Milei usó la cadena nacional de anoche para presentar el Presupuesto 2026, sostener con énfasis que el “equilibrio fiscal es piedra angular de su gestión” y agradecer los logros macroeconómicos que su gobierno propone como bandera (baja de inflación, ajuste fiscal, recortes). Lo que dijo: crecimiento económico, disciplina fiscal, defensa del superávit. Lo que no dijo: nada sobre los audios de Spagnuolo, sobre ANDIS, sobre Karina Milei ni sobre las acusaciones de corrupción y coimas. Ni una sola palabra. El silencio en cadena nacional no es accidental: es una declaración. En un mensaje estructurado para mostrar fortaleza institucional, Milei omitió lo que los audios revelan, lo que los allanamientos ratifican y lo que un país pregunta con urgencia.

EL CONTRASTE QUE QUEMA Si la voz de Spagnuolo prendió la chispa del escándalo, el silencio de Milei en la cadena nacional probablemente sea el combustible que lo avive. Porque gobierna quien habla, pero también quien calla. El poder más peligroso no es el que actúa mal; es el que actúa mal y se niega a explicarlo. El relato anticorrupción de este gobierno está en riesgo de convertirse en su mayor alias: palabras sin actos, promesas sin transparencia. En un país herido por la desigualdad, los bajos ingresos y la exclusión, lo que está en juego es mucho más que la gestión: es la fe que el Estado despierte en los ciudadanos. Y el silencio no es ausencia: es demora.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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