Más de 300 combatientes del EI fuertemente armados lanzaron, al menos, tres ataques distintos pero coordinados contra posiciones kurdas al norte de Mosul, ciudad iraquí controlada por el grupo yihadista.
Fue el golpe más duro que el EI propinó desde este verano, y los peshmergas (combatientes kurdos) los derrotaron, afirmó ayer el coronel Steve Warren, portavoz de la misión de Estados Unidos contra el EI en Irak, en una rueda de prensa televisada desde Bagdad.
En un comunicado, el brigadier general Mark Odom, máximo mando militar estadounidense en la ciudad norteña iraquí de Erbil, precisó que murieron unos 180 atacantes yihadistas como resultado de los bombardeos de aviones de la coalición encabezada por Estados Unidos.
Esa es la gente que podemos decir que matamos nosotros. Y sé que los peshmergas mataron un número significativo ellos también, señaló Odom, al agregar que las bajas totales de los extremistas podría situarse de 300 a 500.
Los bombardeos de la coalición tuvieron lugar durante unas diecisiete horas y, entre otros, intervinieron aviones de combate de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Canadá.