La comparación entre sus declaraciones de 2023 y las de 2025 abre el debate sobre la contradicción y la evolución personal.
En el fútbol argentino hay frases que quedan grabadas en la memoria. Una de ellas salió de la boca de Franco Armani en diciembre de 2023, previo a la final de River ante Rosario Central por el Trofeo de Campeones, donde reconoció sin rodeos: “Los penales son una lotería, influye la suerte también.” Ese día, el arquero campeón del mundo con la Selección argentina expuso con honestidad una debilidad que lo perseguía desde su llegada a Núñez: la falta de eficacia en las definiciones desde los doce pasos. Su rendimiento en tandas era, hasta ese momento, bajo, y el propio arquero aceptaba las críticas con crudeza.
Casi dos años más tarde, el escenario cambió radicalmente. En la Noche Solidaria de Fundación River, Armani sorprendió con una definición diametralmente opuesta: “Yo creo que los penales no es suerte, es un juego mental.” Lejos de resignarse al azar, el capitán millonario explicó que las tandas se preparan con análisis minucioso: estudiando carreras, posturas, tendencias y mecánicas de los ejecutantes rivales. Su mensaje refleja el trabajo realizado junto al cuerpo técnico y su propia transformación psicológica para enfrentar momentos de máxima tensión.
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El cambio no son solo en las palabras, sino que se da ya que en apenas una semana, Armani fue clave en dos tandas de penales decisivas: * Ante Libertad en Copa Libertadores, atajó un remate.
* Frente a Unión de Santa Fe en Copa Argentina, detuvo dos ejecuciones.
En total, paró tres de nueve disparos y permitió que River siguiera con vida en ambas competencias. Esa actuación lo consagró como héroe en un terreno donde hasta hace poco era blanco de cuestionamientos.
La comparación entre sus declaraciones de 2023 y las de 2025 abre el debate. ¿Se contradice Armani al pasar de decir que los penales son una “lotería” a sostener que son un “juego mental”? Puede leerse como contradicción literal, pero también como evolución personal y profesional. El Armani de 2023 estaba marcado por frustraciones y un bajo rendimiento en tandas. El Armani de hoy habla desde la confianza, la preparación y la evidencia de resultados recientes.
El fútbol, como la vida, permite que los protagonistas cambien de visión a partir de la experiencia. Armani, a los 38 años, parece haber encontrado en la madurez y el trabajo meticuloso la clave para transformar una debilidad en fortaleza.
Franco Armani pasó de aceptar que los penales eran azar puro a proclamarse dueño de un duelo psicológico que puede inclinar la balanza. El arco de River tiene hoy a un arquero que no solo se reinventa bajo los tres palos, sino que también reescribe su propia historia con los penales.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS