La casta hace negocios y los ciudadanos no llegan a fin de mes

Karina Milei debe entender que cuando algo se desbarranque sus amigos íntimos le soltaran la mano. Son profesionales de eso. La que va a terminar presa es ella.

El escandalo de corrupción en discapacidad es una bomba que cae en el peor momento del gobierno. De pronto, aparecen unos audios donde el ex funcionario Diego Spagnuolo dice que hay tramas de coimas y señala a funcionarios del área y del ala política del gobierno entre los que está Karina Milei. Incluso Spagnuolo dice que le avisó al presidente y que el mismo se estaba cuidando de lo que firmaba. Karina Milei es el gran problema de este gobierno. Ella tiene que estar cerca del presidente por las propias características del presidente, pero una cosa es ser una especie de acompañante terapéutica y otra, muy distinta, es ser la que manda en el gobierno. Para mandar no tiene experiencia y, lo que se ve, es una señora con pocas luces con un poder enorme. Para nadar en un mar de tiburones hay que ser muy experto o ser tiburón. La señora Milei cree que el poder es mandar y no se da cuenta que el poder es escabroso y está lleno de gente que se le acerca y le rinde pleitesía y no distingue que esa gente necesita su cobertura para hacer negocios, para robar. Que su circulo de confianza sean miembros del clan Menem muestra a las claras que no conoce la historia reciente. Los Menem son especialistas en hacer negocios en el Estado, es una tradición familiar. Ya hace unos días nos habíamos enterado que una empresa llamada Tech Security, que pertenece al clan Menen, ganó una licitación gubernamental por 4000 millones de pesos. La señora Milei, por la inseguridad que da no saber sobre algo, es soberbia y solo escucha a los de su banda.

Está gente desconoce una máxima del buen gobierno que es que cuando una administración está haciendo un ajuste no puede tener sospechas de corrupción. La gente aguanta penurias a cambio de que nadie se lleve un peso de más. El caso Libra ya había sido un aviso, este caso pega en la línea de flotación ya que las coimas se estaban haciendo en discapacidad que es un área naturalmente sensible y donde el gobierno venia planteando recortes. Si estaban coimeando en discapacidad es natural pensar que en otras áreas de Estado debe pasar lo mismo. Una señora que era repostera llega a manejar el país y se rodea de mafiosos. Era obvio que iba a salir mal. Lo que Karina debe entender es que cuando algo se desbarranque sus amigos íntimos le soltaran la mano. Son profesionales de eso. La que va a terminar presa es ella. El otro tema es que el kirchnerismo dejó estructuras minadas de funcionarios corruptos. Si esos sistemas funcionan todavía la responsabilidad es del actual gobierno. No vale decir “tengo una estructura corrupta” porque si a un funcionario le pasa eso tiene que romper esa estructura, no dejarla funcionar. No se puede mirar para otro lado mientras otros roban. El kirchnerismo dejo gente en todo el Estado para tener control de áreas y para robar.

El caso de la Anmat y el laboratorio HLB PHARMA pertenece a esa especie. Mucha gente dice que la Anmat está lleno de kirchneristas que hacían la vista gorda y no clausuraban el laboratorio. 100 muertos es el resultado de no tomar decisiones. El laboratorio tenia un dueño kirchnerista, que ya está detenido, que tenía protección política. El gobierno tenia que desarmar esa red mafiosa, para eso se está en el gobierno, no sirve mirar para otro lado y llorar cuando llegan los problemas.

Otro problema enorme de este gobierno es que no explica nada. Milei solo habla de sus delirios económicos. Nadie sale a desmentir ni a explicar el audio de Spagnuolo como tampoco nadie explica porque el laboratorio del fentanilo mortal seguía funcionando cuando hay una agencia gubernamental que debía cerrarlo.

La corrupción puede ser el talón de Aquiles de este gobierno y Karina Milei es una persona con evidentes limitaciones intelectuales que tiene la soberbia de querer jugar en la primera división de la mafia. No se puede gobernar la Argentina sin saber que es un campo minado de corrupción y, mucho menos, que los gobernantes actuales hereden negocios armados por los kirchneristas y los continúen. La gente la pasa mal porque Argentina es carísima y la plata no alcanza. Los episodios de corrupción horadan la confianza pública. La Argentina de políticos ricos y ciudadanos empobrecidos tiene que parar. La casta hace negocios y los ciudadanos no llegan a fin de mes. La Argentina inescrupulosa le vuelve a mostrar sus miserias a la gente decente.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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