Alexis Mac Allister contó por qué se fue de Boca. Dijo que Riquelme, su ídolo, le negó la chance de seguir y que fue su primer gran golpe en el fútbol.
El mediocampista ofensivo Alexis Mac Allister confesó el particular motivo por el cual no continuó en Boca Juniors.
“Pasé un año a préstamo a Boca, club del que soy hincha. Y estaba muy contento, disfrutando un montón. Pero a los seis meses cambió la dirigencia y ahí tuve mi primer gran golpe en el fútbol”, expresó Alexis Mac Allister.
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El campeón del mundo en Qatar 2022 manifestó que vestir los colores del “Xeneize” era su sueño de pequeño. Por eso, le informó a la dirigencia su ilusión de continuar en la institución deportiva por seis meses más, un lapso de tiempo que no estaba estipulado en su vínculo profesional; por ende, Boca debía negociar para obtener el pase del futbolista.
Pero, la dirigencia encabezada por Jorge Amor Ameal (presidente) y Juan Román Riquelme (vice) decidió darle la espalda y no realizó ningún movimiento para intentar llegar a un acuerdo formal con el Brighton de Inglaterra.
En el final de su declaración, el pampeano reveló porque fue tan dura su salida del club: “para mí no fue nada fácil tener que irme de esa manera porque la persona que tomó la decisión fue Riquelme, que era mi ídolo”.
“Yo crecí admirándolo, porque dentro de la cancha era el mejor jugador que había. Así que imagínense lo difícil que fue vivir todo eso”, cerró Alexis Mac Allister su revelación sobre su salida de Boca Juniors.
La historia que cuenta Alexis Mac Allister también deja al descubierto el costado más frío y contradictorio de Riquelme como dirigente. Mientras desde lo discursivo pregona el amor por la camiseta y la defensa de los valores xeneizes, en los hechos tomó una decisión que le dio la espalda a un jugador identificado con el club, que además había expresado su deseo de seguir.
No se trataba de un capricho ni de una exigencia fuera de lugar: Mac Allister solo pidió seis meses más para seguir cumpliendo el sueño de jugar en el club de sus amores. Sin embargo, Juan Román Riquelme —su ídolo, el mismo que alguna vez representó la esencia boquense adentro de la cancha— optó por ignorarlo. Su silencio y su falta de gestión no solo alejaron a un talento formado en el país, sino que también dejaron una herida en alguien que se formó admirándolo.
El particular caso de Riquelme es una muestra más de cómo el poder puede cambiar la perspectiva, incluso de quienes alguna vez fueron íconos del sentimiento popular como lo es Boca Juniors.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS