Mientras Juan Pazo, asegura que conduce un organismo ineficaz en el gremio de la UPSAFIP denuncian que las paritarias están cerradas.
En medio de un clima complejo para las cuentas nacionales, siempre monitoreadas por los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y con una crisis de reservas incipiente, que es un mal endémico de las finanzas nacionales, el organismo que reemplazó a la AFIP y absorbió las funciones aduaneras e impositivas, atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia.
Profesionales altamente capacitados que prefieren retirarse ante la quita de premios y beneficios y de salarios que están prácticamente congelados desde hace meses, oficinas que no tienen las condiciones tecnológicas necesarias para perseguir grandes evasores y un clima laboral poco constructivo, repleto de sospechas y de conversaciones en voz baja, están socavando la eficiencia de un organismo clave de la administración nacional que debería funcionar como un relojito suizo.
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Pero no funciona así, ni siquiera trabaja como un mal reloj de cuarzo según explicaron a NA en el gremio de la UPSAFIP que conduce Julio Estévez (h) y reúne a personal jerárquico y profesional en todo el país.
“De pasar de ser el organismo autárquico nacional en el que la mayoría de los profesionales de las ciencias económicas y del derecho querían ejercer, se transformó en una oficina gubernamental que sólo sabe expulsar a sus trabajadores más calificados que se van hartos del destrato de la administración Milei y de los bajos sueldos que están recibiendo por perseguir evasores”.
Pero lo que más llamó la atención a la comisión directiva sindical fue la admisión del titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, Juan Pazo, de la falta de inversión en hardware y software para ganar en eficiencia en la gestión diaria de la DGI.
El director ejecutivo de ARCA, Juan Pazo, reconoció ante un centenar de abogados del sector privado que la evasión del Impuesto al Valor Agregado (IVA) alcanza actualmente el 37%, una cifra que no se registraba desde el estallido del régimen cambiario de la convertibilidad en 2001. La admisión, registrada por el diario Perfil, se dio durante un coloquio en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.
La afirmación del funcionario sorprendió al auditorio, compuesto por representantes de los estudios jurídicos más importantes del país, como Bruchou & Funes de Rioja, Cassagne, Marval O’Farrell Mairal, Bomchil, Beccar Varela y Pérez Alati.
El dato fue mencionado al pasar, en el marco de una exposición centrada en la visión fiscal de La Libertad Avanza y de alguna manera también sorprendió a Julio Estévez (h) que vio como uno de sus reclamos era, claramente admitido, por el funcionario.
De hecho, Pazo sostuvo que se encuentra al frente de una administración "ineficiente" que no invirtió en tecnología durante los últimos siete años. "ARCA es un organismo ineficaz", remarcó.
Para la secretaria de prensa de UPSAFIP, Mariana de Alva, “esta admisión es insólita. Primero porque los recursos para mejorar las herramientas informáticas están, segundo, porque si se mejora el trato y los salarios de los trabajadores impositivos, el combate contra la evasión va a ser eficaz y, sin dudas, los números de la recaudación van a mejorar. Pero parece que hay una decisión de humillar al trabajador impositivo desde la Casa Rosada”.
Acaso esa pueda ser la interpretación que realice Pazo, de algunos dichos del Presidente, Javier Milei, que cita entre sus ídolos a personajes de ficción basados en personas reales como Robin Hood o Diego de la Vega, más conocido como El Zorro.
Para Milei, el rebelde de los bosques de Nottingham o el justiciero enmascarado de la Alta California representan dos luchadores contra la voracidad fiscal.
En realidad, el Zorro estaba más de acuerdo con una administración central mexicana y no con una presión impositiva en ascenso del gobernador californiano, mientras que Robin de Lockseley peleaba a favor de la corona inglesa que intentaba recaudar impuestos en lugar de las autoridades locales que fundían a los pobladores de su región.
“Trasladado a la realidad nacional, debería lucharse contra las tasas que cobran algunos municipios sin brindar ninguna contraprestación en sus localidades, pero Milei, Caputo y Pazo deberían fortalecer la recaudación central de ARCA con buenos sueldos, capacitación constante e inversión tecnológica”, afirmaron trabajadores con varios años de experiencia en la sede del Banco Hipotecario como se conoce al edificio ubicado frente a la Plaza de Mayo que alberga las oficinas de la DGI.
Estévez (h) coincide, pero también señala que no entiende la política de sueldos congelados y de ingresos menguantes para los trabajadores y profesionales aduaneros e impositivos que tienen que cumplir exigentes tareas de vigilancia, fiscalización y control.
El “no hay plata” caló hondo en la ex AFIP y desde entonces enfrenta un declive constante en las operaciones fiscales.
Para los sindicalistas de la UPSAFIP que no cuentan con personería gremial que habilita a un sindicato a representar a los trabajadores en una negociación colectiva por los salarios, los otros dos sindicatos que sí la poseen no están haciendo “absolutamente nada por los empleados”, afirmó Ricardo Prado.
Julio Estévez (h) se preguntó: ¿por qué los gremios con personería no exigen la apertura de paritarias ya como lo hicieron los estatales docentes de CTERA que consiguieron un fallo a su favor? Ni AEFIP ni SUPARA lo hicieron el año anterior ni este. ¿A qué juegan, qué están esperando? Los trabajadores no llegan a fin de mes y sus responsabilidades son mayúsculas”, afirmó a NA.
La dirigente María Laura Struba fue categórica. “Si estos gremios no quieren gastar en abogados, nuestros afiliados se ofrecen para representarlos gratuitamente. Nos hacemos cargo de todos los gastos judiciales pero el trabajador impositivo y aduanero no puede esperar más”, señaló.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS