La ingeniosa pyme argentina que le compite a Shein con ropa de marca y a precios de feria

Una feria americana online y con locales en CABA vende ropa de primeras marcas a precios muy bajos. Se llama Galpón de Ropa y ya es un éxito.

Una feria americana online, también con presencia física en cinco locales de Ciudad de Buenos Aires, disputa ofertas de indumentaria de marca de hombre y mujer palmo a palmo con las plataformas chinas especializadas, como Shein.

Por ejemplo, promociona un saco de invierno Zara cuadrille en $71.091 o un tapado de la misma marca en $78.990, entre miles de propuestas.

La particularidad es que las prenda son usadas, o dejadas de usar y perdidas en enormes vestuarios por gente de buen poder adquisitivo o que las descarta por seguir fielmente las modas en tiempo y forma.

Así aparecen pantalones para dama desde $19.000, remeras, desde $10.000, vestido Las Pepas $13.500 en tres cuotas sin interés, una blusa María Cher con 50% de descuento a $26.960, un Blazer Carmela Achaval en $44.500, entre miles de artículos con precios unos mejores que otros.

El Galpón de Ropa empezó en 2012 y en ocho años se expandió, en stocks de 2000 a 4000 prendas cada uno, en cinco locales a la calle: Loyola 851, Jorge Newbery 1967 y Arcos 2140; Galpón de Ropa Shop, dedicado únicamente a la venta de ropa (no toman prendas en estos locales) en Av. Corrientes 3751; y el más reciente, Galpón de Ropa Kids (Shop), en Báez 751, con una oferta de ropa para niños y niñas de 0 a 10 años.

En 12 años se lograron más de 2.300.000 prendas recirculadas y 240 mil personas en la comunidad GDR.

Hoy 85 mujeres trabajan en Galpón de Ropa, de las cuales 18 ocupan roles de liderazgo.

SELECCIÓN Y CLASIFICACIÓN La clave consistió en recircular la mercadería previa selección y clasificación, con la idea de que no quedara colgada en las perchas y pudiera renovarse: al principio comenzó con un almacenamiento en bolsas por nombre del vendedor.

Otra política aplicada desde el inicio fue aceptar exclusivamente ropa de marcas reconocidas o que, por su estética acorde a la moda del momento, estuvieran seguros de que se vendería.

Mientras que algunos deciden abordar la moda sustentable desde los recursos que utilizan para la confección de sus prendas, Galpón de Ropa fue más allá y se enfocó en encontrar un nuevo hábitat para las cientos de miles de prendas de las que la gente decide desprenderse y así, encontrar una nueva forma de abordar el problema de la ropa en desuso.

RESIDUO TEXTIL Solo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se generan mas de 4.500 toneladas de residuo textil por mes y la idea es que las prendas de buena calidad pueden ser aprovechadas durante más tiempo, por lo que se propusieron liderar el movimiento de reutilización de ropa.

De este modo, en el último año reingresaron al mercado más de 210.000 prendas de vestir y donaron más de 36.000 prendas a distintas fundaciones.

El 3er socio fundador Galpón de Ropa, Juan Ezequiel Baez, contó en Linkedin que arrancaron en el 2012 de forma online vendiendo ropa usada de marcas reconocidas hasta que, luego de un año, tuvieron la oportunidad de reciclar e intervenir un taller mecánico que tenía más de tres años abandonado para hacerlo el primer local: el Galpón de Loyola 851, en el barrio de Villa Crespo.

"Nos propusimos crear la manera más económica y sustentable de comprar ropa de marca en nuestro país y así surgió nuestro mecanismo de toma de ropa, que ha ido evolucionando hasta llegar a lo que es hoy, un sistema transparente para que la gente pueda vender lo que no usa de forma efectiva", sostuvo.

Finalmente expandieron la propuesta de solo ropa usada para incluir prendas nuevas y artículos reciclados por diseñadores locales.

En un mundo que produce 150.000 millones de prendas anuales, de las cuales se desecha el 30%, esta pequeña pyme con su modalidad de compra-venta, sumado al concepto de Galpón de Ropa como una marca, con identidad y sentido de comunidad, logró que se vendieran y compraran 805.896 prendas de más de 130.000 personas en ocho años. PRENDAS RECIRCULADAS El socio fundador se muestra entusiasmado porque con el número de prendas recirculadas y la huella hídrica se puede saber cuál es el impacto ambiental positivo que implica no producir la ropa que se vende.

El concepto que permite este cálculo fue acuñado por el holandés Arjen Hoekstra, y muestra cuál es el grado de uso del agua para producir bienes. Se mide entre agua consumida (evaporada) y/o contaminada. Se estima que para fabricar una remera de algodón de 250 gramos, se necesitan hasta 2.900 litros de agua fresca, mientras que para unos jeans de 1 Kilo, aproximadamente 12.000 serán utilizados.

A través del programa de donaciones, se repartieron más de 602.815 prendas y se evitó que más de de 2,3 toneladas de recursos aprovechables terminen en la basura para acercarlos a manos responsables que buscan aprovecharlos al máximo y crear propuestas de valor.

Fueron desarrollados espacios amigables tanto galponeros como clientes, bien ventilados e iluminados.

Eligieron trabajar con materiales que no generen un impacto negativo en el ambiente y en las personas, y que al igual que la mano de obra, sean de proveedores locales, disminuyendo la huella de carbono y apostando a la economía local.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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