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“Después del caso de Loan, solo se activó nuevamente en un caso en Córdoba, con un niño llamado Liam”, detalló Mángano.
En el caso Loan, la Alerta Sofía fue activada porque existían desde un primer momento indicios concretos de que el niño de 5 años podría haber sido sustraído. La desaparición ocurrió el 13 de junio de 2024 en el paraje Algarrobal, provincia de Corrientes, y desde entonces la investigación derivó en una causa federal por trata de personas.
A un año de los hechos, en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas la fiscal de la Procuraduría de Trata (PROTEX), Alejandra Mángano, explicó que la activación de la alerta “fue evaluada junto a fiscales, autoridades judiciales y el Ministerio de Seguridad, y que su implementación no es automática, sino reservada para casos graves en los que, por la edad o las circunstancias, se presume la comisión de un delito”.
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Según explicó Mángano, el procedimiento no es automático: ante la denuncia, se convoca a una reunión entre fiscales, jueces, fuerzas de seguridad y representantes de organismos como PROTEX para determinar si el caso reúne los requisitos. “Se activa lo más rápido posible, pero tras una evaluación criteriosa. No es una herramienta que se utilice de manera masiva, justamente para no saturar a la sociedad y preservar su efectividad”, explicó.
La Alerta Sofía se orienta a casos graves en los que la edad o las circunstancias hacen pensar que el menor no se fue por sus propios medios. En el caso de Loan, desaparecido el 13 de junio de 2024 en Corrientes, su edad y los indicios de una posible sustracción motivaron la activación inmediata del protocolo.
Desde la creación del programa, la alerta se utilizó en muy pocas ocasiones. “Después del caso de Loan, solo se activó nuevamente en un caso en Córdoba, con un niño llamado Liam”, detalló Mángano.
Aclaró además que el sistema está pensado para actuar en situaciones extremas: “La idea es que se active lo menos posible, y sólo cuando las características del caso así lo exijan”.
La fiscal también recordó un caso anterior ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires, donde una niña de siete años fue localizada gracias a que vecinos, alertados por la difusión masiva, la reconocieron en la vía pública y dieron aviso al 911. “Ese es el espíritu de la Alerta Sofía: movilizar a la sociedad en los primeros momentos críticos de la desaparición”, sostuvo.
A diferencia de otros mecanismos, la Alerta Sofía se difunde de manera inmediata a través de medios de comunicación, redes sociales, carteles digitales en rutas y estaciones, y a través de dispositivos móviles, con el objetivo de lograr una colaboración ciudadana eficaz. Se trata de un sistema inspirado en el Amber Alert de Estados Unidos y adaptado al contexto argentino.
En el caso de Loan Peña, la activación de la alerta fue una de las primeras señales institucionales que marcaron que no se trataba de una simple pérdida, sino de un posible hecho delictivo, como luego terminó siendo abordado por la Justicia Federal bajo la hipótesis de trata de personas.
Finalmente, a un año de su desaparición, la fiscal Mángano reafirmó “la necesidad de seguir perfeccionando el sistema y de usarlo con responsabilidad para que, cada vez que se encienda una Alerta Sofía, el país entero sepa que está en juego la vida de
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS
