Viernes 23, Mayo, 2025

Pie diabético ya no es sinónimo de amputación

Pie diabeacutetico  ya no es sinoacutenimo de amputacioacuten

Pie diabético ya no es sinónimo de amputación

El pie diabético se caracteriza por una infección, ulceración o destrucción de los tejidos en las extremidades inferiores, que afecta a pacientes con diabetes que no son tratados adecuadamente. El origen de la patología es una enfermedad en las arterias pequeñas de los miembros inferiores, sumada a la pérdida de sensibilidad (neuropatía) y a dificultades en la cicatrización. Todo eso produce que la irrigación no sea suficiente, lo que genera lesiones que se agrandan, pudiendo presentar infecciones, úlceras y gangrenas. Las complicaciones derivadas de la diabetes, entre las que se encuentra el pie diabético, constituyen la principal causa de amputación no traumática en el mundo.

El tratamiento de cabecera solía ser la administración de un fármaco, sumada a la cirugía by-pass similar a la coronaria, pero con un tamaño de las arterias mucho menor, lo que generaba dificultades en la intervención y peores resultados. Sin embargo, en los últimos años esta situación comenzó a cambiar. Con los avances en el cateterismo, hoy día se pueden tratar mediante este procedimiento a pacientes que tienen obstrucciones en arterias de muy bajo calibre.

Consultado sobre los signos que pueden llevar a la sospecha de pie diabético, el Dr. Gustavo Tamashiro, Cardioangiólogo Intervencionista, miembro del CACI, declaró que ‘en los estadios más avanzados se presenta dolor en reposo, lesiones en los tejidos, úlceras, trastornos en la coloración y, como última instancia, necrosis’. Además, agregó que ‘se les indica cateterismo a quienes tienen dolor en reposo y lesiones en los tejidos’.

‘Para el abordaje del pie diabético, hacen falta dos componentes: un correcto diagnóstico, identificando la lesión vascular más comprometida, el nivel de calcificación de las arterias y la extensión del compromiso vascular, y un correcto procedimiento de intervencionismo, cuyo objetivo será optimizar el flujo en al menos uno de los tres ejes vasculares existentes debajo de la rodilla’, manifestó el Dr. Daniel Mauro, Cardioangiólogo Intervencionista también del CACI.

Si el tratamiento logra restablecer o mejorar el flujo de sangre, se mejora la cicatrización de las úlceras y se alivia el dolor. Por otra parte, si el cuadro ya se encontraba en un estado avanzado y es inevitable la amputación, esta comprenderá el menor territorio posible.

Ultimas Noticias
Otras Noticias
SUPLEMENTOS INICIÓ LA CUARTA ETAPA DEL PROYECTO 

Presenta avances el ensayo sobre manejo sustentable de suelos tabacaleros

| comentarios