"Uno se aprendió las formaciones de Racing": Alconada Mon reveló la insólita trama de los espías rusos

Espías rusos en Argentina fingían ser locales, evitaban hablar ruso y uno simulaba ser hincha de Racing. Lo reveló Alconada Mon en lo de Mirtha.

La mesa de Mirtha Legrand fue escenario este sábado por la noche de una impactante revelación sobre una operación de espionaje internacional que tuvo como base la Ciudad de Buenos Aires. El periodista Hugo Alconada Mon relató detalles del caso que investigó para su nuevo libro Topos, que documenta cómo dos agentes rusos del SVR (el servicio secreto exterior de Moscú) vivieron durante más de una década en Argentina con identidades falsas.

“Vinieron acá para después espiar en Europa como argentinos”, explicó Alconada. En diálogo con Mirtha, Fernando Burlando, María Julia Oliván y Jairo, el periodista detalló que los espías —que vivían en las Barrancas de Belgrano, conducían un Volkswagen Gol y hablaban un español perfecto— llegaron incluso a espiar a madres de colegio vinculadas a empresas energéticas con negocios en Vaca Muerta. “Eligieron los colegios de sus hijos para llegar a esas mujeres”, contó.

El nivel de profesionalismo era extremo: según reveló Alconada, desde Moscú se les prohibía a los espías hablar en ruso incluso durante sus momentos íntimos, por temor a que estén siendo escuchados. “Eso pasó en 2010 en otro caso, y por eso se endurecieron los protocolos”, explicó. La pareja ocultó su nacionalidad incluso a sus propios hijos, nacidos en Argentina, quienes solo supieron la verdad cuando Putin los recibió públicamente en Moscú tras un intercambio de prisioneros.

Uno de los momentos más insólitos fue cuando Alconada relató que uno de los espías, para sostener su personaje de argentino, se aprendió de memoria las formaciones completas de Racing Club, el equipo del que decía ser fanático. La maniobra era parte de una estrategia más amplia para sostener una doble vida sin despertar sospechas.

“El caso se le escapó a la inteligencia argentina”, advirtió Oliván, y remarcó que la investigación de Alconada se disparó a partir de una alerta de Google en un portal esloveno. En su libro, el periodista reconstruye cómo lograron burlar a los servicios locales: usaron documentos auténticos de personas fallecidas, inscribieron nacimientos con actas adulteradas, y movieron información estratégica encriptada hacia Rusia desde distintos puntos del continente.

“Durante años el sistema de inteligencia argentino estaba en guerra interna, entre Stiuso y Pocino, después la muerte de Nisman, la disolución de la SIDE… En ese caos, pasaron desapercibidos”, explicó el autor. Topos, que ya despertó el interés de productoras para su posible adaptación a una serie o documental, promete ser una de las investigaciones periodísticas más resonantes del año.

Según supo Noticias Argentinas, la presentación del libro fue acompañada por testimonios inéditos de vecinos del edificio donde vivían los espías, un caso que revela las profundas fallas en los controles migratorios y de documentación de varios países de América Latina y Europa.

FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS

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