El capellán misionero Marcos Szyszkwoski fue castigado luego de una invocación religiosa donde denunció la crítica situación social de Misiones.
En Misiones el gobernador se llama Hugo Mario Passalacqua pero el poder real se encuentra en una triste banca de la Legislatura provincial donde se sienta Carlos Rovira.
El auténtico titiritero de la política y el poder en Misiones, al menos desde que desbancó a otro poderoso de comienzos de siglo, Ramón Puerta.
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Ya van dos veces en los que saltó a la fama a nivel nacional. Hace poco todos hablaban de dos senadores nacionales de perfil muy bajo que representan a la provincia de la tierra colorada, pero, más aún, representan los intereses de Carlos Rovira y dejaron caer la posibilidad de que la Nación cuente con una ley de Ficha Limpia a la que el Presidente Milei no iba a negarse firmar y promulgar. No podía era y es parte de su campaña y de su compromiso con sus votantes.
Rovira, en el pasado, también fue muy conocido. Cuando intentó perpetrarse en el poder con reelecciones indefinidas pero un desconocido cura y obispo, Joaquín Piña, avalado por Jorge Bergoglio, lograron detener el desatino populista electoral.
En 2006, la Iglesia de quien se convertiría en el Papa Francisco, frenó la institucionalización de la desmesura del poder en Misiones, avalada por el entonces presidente, Néstor Kirchner, con la candidatura del catalán Joaquín Piña, que encabezó el frente Unidos por la Dignidad y derrotó, sin atenuantes, al oficialismo misionero de Rovira.
Sin embargo, Carlos Rovira le encontró la vuelta, el agujero al mate como dicen en el litoral, y asumió como diputado provincial y desde la presidencia de la Legislatura de su provincia nadie mueve un dedo o firma un cheque o un contrato si antes no pasa por sus manos.
Colocó gobernadores como si nada. Condujeron la provincia “a su cuenta y nombre” Maurice Closs, dos períodos, Hugo Passalacqua, Oscar Herrera Aguad y, en la actualidad, repite el docente Passalacqua.
A pesar de esta ingeniería electoral, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y Rovira vuele a trastabillar con la Iglesia.
CAPELLANES CASTIGADOS POR LA HOMILÍA DEL 25 DE MAYO Un abogado que sigue atentamente los acontecimientos políticos de la provincia sentenció ante NA "el padre Marcos de Santo Pipó como el padre Fabián de Campo Viera tienen que cumplir cuatro horas diarias en la comisaría después de su invocación del día patrio. Así que ahora, además de persecución política, tenemos persecución religiosa en Misiones”.
El capellán de la policía misionera es Marcos Szyszkwoski y participó del acto del 25 de Mayo pasado donde pronunció un discurso religioso no exento de la difícil situación social y económica que sufren miles de misioneros que apenas sobreviven con escasos ingresos y recursos.
En recientes declaraciones al medio misionescuatro.com señaló “no tengo miedo, estamos del lado de los pobres, de los necesitados, y acompañando a todos”.
Pero sus palabras le valieron una amonestación del patrón para recordarle quien manda en Misiones.
Lo enviaron, junto a su hermano, a barrer la comisaría y a cumplir funciones administrativas. Y, allí se lo ve al capellán pasando la escoba entre los uniformados.
“Es interesante porque nuestra tarea como capellanes es aleatoria, no estamos bajo la estructura de la policía, sino que dependemos del obispado. Sin embargo, ahora tenemos que cumplir horarios”, explicó el cura Szyszkwoski, quien aclaró que no le molesta estar en las comisarías: “Estoy cerca de la gente, puedo acompañar tanto al personal como a quienes están detenidos”.
Al explicar el motivo de sus duras críticas al poder el capellán explicó, “La gente está viviendo hambre, dificultades, problemas. Las escuelas y hospitales están parados y nadie dice nada. Se normaliza una situación que complica todo. Está en juego la dignidad humana”, en Misiones.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS