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La cultura en la Ciudad abunda y florece en todas partes, también emerge de bajo tierra y es vista miles de personas, pero poco apreciadas por ellas.
Buenos Aires es una ciudad que sorprende en cada rincón de sus barrios con intervenciones artísticas diversas de las cuales muchas son estáticas y otras móviles, pero, todas tienen un significado y valor para quien bien sabe apreciar el arte. Las paredes, los edificios e incluso bajo tierra las manifestaciones dan cuenta del talento del artista en medio del apuro cotidiano de los miles de pasajeros que desconocen que viajan por estaciones que esconden verdaderas obras de arte.
A simple vista, las estaciones de subte pueden parecer solo un espacio de tránsito, pero, si se presta atención, algunas de ellas guardan intervenciones artísticas que valen una pausa para mirarlas detenidamente y, además de apreciar la pintura, el mosaiquismo que, por lo general son las expresiones que se ven, siempre hay un mensaje intrínseco que las acompaña. Y descubrirlo, es tomarse el tiempo para verlas con ojos clínicos.
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La Estación Carlos Gardel de la Línea B es una, pero no la única, ya que en la línea D y demás, hay estaciones del subte porteño con murales y piezas únicas que transforman los andenes en una galería subterránea. Tal es el caso de la estación Uruguay de la Línea B, por ejemplo donde se pueden ver coloridos murales cerámicos que retratan escenas de tango y la vida urbana. O Juramento, en la Línea D, donde subyace la estética modernista que alberga obras de reconocidos artistas argentinos.
Estas obras forman parte del programa de arte público impulsado por la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), que busca revalorizar los espacios comunes con expresiones culturales. Muchas de las intervenciones fueron realizadas durante renovaciones o aperturas de nuevas estaciones.
EN LA LÍNEA B, ¿CUÁLES SON LAS ESTACIONES MÁS ARTÍSTICAS? Uruguay * Sus murales de cerámica esmaltada homenajean al tango y a los cafés notables del centro porteño.
Carlos Pellegrini * Con pasajes que conectan a otras líneas, esta estación funciona como un corredor artístico con obras más abstractas.
Leandro N. Alem * La misma ofrece una galería de vitrales que pocos notan en su trayecto.
Estación Pasteur – AMIA * Fue transformada en un espacio de memoria, en el cual se rinde homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA de 1994. Los murales y obras presentes fueron realizados en colaboración con la comunidad judía y buscan mantener viva la memoria de este trágico evento. Estación Carlos Gardel * Ubicada en el corazón del Abasto, esta estación cuenta con murales cerámicos que celebran la figura del icónico cantante de tango Carlos Gardel y la cultura porteña.
Estación Pueyrredón * En ella se encuentran tres murales de 1991: "Los elementos" de Juan Doffo, "Santuario" de Germán Gárgano y "Subcielo de Buenos Aires" de Ernesto Pesce. Estación Federico Lacroze * En 2014, se sumaron murales de temática natural e hiperrealista realizados por nueve artistas del grupo BA Street Art, que aportaron una visión contemporánea al espacio. Estación Malabia * La artista Georgina Ciotti pintó un mural que invita a los usuarios a imaginarse un día entero entre flora y fauna salvaje, creando un paisaje selvático en pleno subte. Las mismas son algunas de tantas, pero, no son las únicas, ya que, como ya se mencionó anteriormente, también hay joyas escondidas de la Línea D.
Juramento * Una de las estaciones más reconocidas por su valor artístico, combina elementos del modernismo con referencias al barrio de Belgrano.
Palermo * Está intervenida con murales que reflejan la historia del barrio y la evolución del ferrocarril.
Catedral * Es la cabecera de la línea y, tiene detalles neoclásicos y murales que rinden tributo a los orígenes de la ciudad. También, el artista Martín Ron cubrió los muros y el techo con un cielo con nubes en técnicas tridimensionales, creando una atmósfera envolvente para los pasajeros. Estación Callao * Esta estación alberga ocho murales de 15 mil venecitas cada uno, que recrean obras de Remo Bianchedi de fines de la Segunda Guerra Mundial, época contemporánea a la construcción de la estación. Estación Facultad de Medicina * La artista Patricia Lumer realizó una intervención con figuras abstractas en blanco y negro, que recorre la estación y ofrece una experiencia visual única. Estación Juramento * En ella se encuentra un mural de Jorge F. Schwarz que homenajea a la tripulación del Belgrano en Malvinas, así como una obra que rememora el asalto de la cuarta columna argentina a Curupayty en 1866, basada en la obra de Cándido López. Estación José Hernández * Esta estación presenta reproducciones de bocetos de Raúl Soldi, así como un enorme tablero de Rogelio Polesello y gigantografías de Lionel Messi, integrando arte clásico y contemporáneo. Estación Bulnes * Los murales de Alfredo Guido, basados en bocetos de 1938, retratan leyendas del país de la selva y la arqueología diaguita, ofreciendo una mirada a la cultura y mitología del noroeste argentino. UNA EXPERIENCIA CULTURAL ALTERNATIVA A LO TRADICIONAL Recorrer el subte porteño con una mirada atenta puede convertirse en una actividad cultural diferente, gratuita y enriquecedora. Es ideal para turistas curiosos o locales que quieren redescubrir su ciudad, en este "museo subterráneo" de acceso libre y activo todos los días del año.
Pocos lo saben, pero el subte de Buenos Aires es mucho más que un medio de transporte; es un viaje visual, una experiencia estética y una forma distinta que invita a explorar el arte urbano en transporte público y, conocer la ciudad desde abajo con sus galerías de arte, pero, también con los artistas callejeros que muestran, por ejemplo, su música.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS
