El papa Francisco, al regresar a Santa Marta, tropezó y cayó al suelo, pero se levantó. Tranquilos, está bien, refirió el director de la sala de prensa vaticana, Greg Burke, al abrir una rueda de prensa sobre el Sínodo.
Hay tanto cristianos que van, sí, el domingo a la misa, pero después están hiperocupados, siempre. No tienen tiempo ni para sus hijos, advirtió el Papa Francisco sobre uno de los males de nuestra época, en la homilía de la Casa de Santa Marta en el Vaticano.
Sí, ni tiempo para jugar con los hijos: es malo esto. Tengo tanto que hacer, estoy hiperocupado...Y al final se vuelven cultores de esta religión que es la hiperocupación, dijo el pontífice en tramos de su mensaje del Evangelio del día difundidos por la agencia Vatican News. Estos cristianos forman el grupo de los hiperocupados, los que están haciendo algo siempre...pero paren...miren al Señor, tomen el Evangelio, escuchen la palabra del Señor, abran sus corazones...No usen siempre el lenguaje de las manos, siempre, agregó.
Hacen el bien, pero no el bien cristiano sino solamente un bien humano. A éstos cristianos les falta la contemplación. Esta es la palabra clave para no equivocarse en la vida de cristianos y estar enamorados del Señor, dijo. Pero la contemplación no es el dolce far niente (la dulzura de no hacer nada, ndr). Al contrario, María miraba al Señor porque él tocaba el corazón y desde allí, de la inspiración del Señor, es desde donde viene el trabajo que se debe desarrollar después, aclaró.