Buenos Aires,-La senadora nacional Cristina Kirchner se reunió ayer con el líder de los camioneros, Hugo Moyano, en la antesala del acto que compartirán el predio recreativo de Sindicato de Mecanicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA), en el partido de Cañuelas.
Del encuentro, el primero luego de años de enfrentamiento, surgió una fotografía en la que además aparecen el titular de SMATA, Ricardo Pignanelli; la diputada nacional Vanesa Silley; y el secretario general del sindicato de Canillitas, Omar Plaini.
Por conveniencia o necesidad, Cristina de Kirchner y Hugo Moyano volvieron a mostrarse juntos en un acto político sindical.
Tras varias idas y vueltas, declaraciones en potencial y muchas especulaciones, destacadas fuentes gremiales habían confirmado que el líder camionero daría el prensente en el plenario de SMATA en Cañuelas, donde la invitada estelar y principal oradora fue la senadora nacional.
Todo indica que esta manifestación de presencia será el primero de los pasos hacia la conformación de un espacio de unidad opositor, bendecido por el Papa Francisco y montado sobre la novedosa estructura del 21F, la Multisectorial que ya aglutina a más 600 organizaciones sindicales, sociales y políticas de todos los rincones del país, que ve como referencia en el mapa internacional el resurgimiento de los movimientos populares latinoamericanos como opción de gobernanza.
La plataforma político sindical surgida con la bendición papal ya se presentó en Salta, Mar del Plata (bajo el liderazgo de Eva Moyano), Mendoza, Esteban Echeverría, Rosario, Corrientes, La Plata, Tucumán, Formosa, Misiones, Chaco, Entre Ríos y Chubut.
En todas las provincias se detecta un denominador común: gremios y agrupaciones que a nivel nacional están en veredas opuestas, o que poseen secretarios generales dialoguistas enquistados en Capital, en el Interior del país se abrazan fuertemente por la misma causa.
La consigna del 21F es armar una amplia red de gremios, entidades de bien público y movimientos sociales del pueblo, parecido al movimiento de (Manuel) López Obrador en México, al de Evo (Morales) en Bolivia, con fuertes definiciones sobre la administración de la economía, el destierro de la teoría del derrame que impulsa Macri, la cultural del descarte y la tecnocracia.
Es más similar al Diálogo argentino que impulsó (Jorge) Bergoglio después de la crisis y la debacle del 2001, sintetizó uno de los principales armadores de la Multisectorial.